La pesca de tiburón en el país está en su nivel máximo de aprovechamiento, por lo que no se debe incrementar el número de embarcaciones o pescadores dedicados a la captura de este animal, advirtió la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca).
El país produce un promedio de 25 mil toneladas de carne de tiburón anualmente, la mayoría de las cuales se destina al mercado nacional y aportan alimento a la población que habita en zonas costeras, donde se comercializa y consume en mayor medida, detalló.
El consumo nacional estimado per cápita de productos marinos se aproxima a los 8.9 kilos y se estima que la carne de tiburón representa un consumo por persona de 0.20 kilos, de acuerdo con información del organismo.
Los tiburones, explicó, son especies de lento crecimiento, baja tasa reproductiva y al ser depredadores se ubican en el tope, por lo que sus poblaciones no son abundantes.
Por todo lo anterior, la especie es vulnerable a la sobreexplotación; sin embargo, la Conapesca aseguró que México cuenta con medidas internacionales que promueven el aprovechamiento responsable y sustentable de los tiburones.
Recordó que desde 2007 entró en vigor la Norma Oficial Mexicana NOM-029-PESC-2006 para el aprovechamiento responsable de tiburones y rayas, que además establece especificaciones técnicas de la forma en que se debe llevar a cabo su pesca para evitar su sobreexplotación.
La regulación establece zonas donde no podrá realizarse la pesca dirigida a tiburones y de manera adicional señala las zonas de refugio para proteger el proceso de reproducción y/o nacimiento de estas especies.
También define las artes y métodos de pesca específicos por litoral, (Pacífico y Golfo de México) y por tipo de pesquería (altura, mediana altura o ribereña), lo que acredita una captura dirigida a las especies objetivo y reduce la caza incidental de otras especies.
Para complementar esta regulación, desde 2012 se publicaron Acuerdos de Veda que establecen periodos y zonas restringidas en ambos litorales del país y de esta manera proteger la reproducción de todas las especies de tiburones.
Además, existen medidas de protección especificas para el tiburón blanco (veda permanente) y para las especies de tiburón en pesquerías dirigidas a otros grupos de especies.
En ese sentido, ejemplificó el caso de las pesquerías de atún con cerco, de atún con palangre, escama marina con palangre y escama marina con redes agalleras.
La Conapesca precisó que para la captura de tiburones mediante la pesca deportivo-recreativa se tiene establecido un límite máximo por pescador y por día de un solo ejemplar, conforme a la Modificación a la Norma Oficial Mexicana NOM-017-PESC-1994, que regula este tipo de actividad.
También existe el Plan de Acción Nacional para el Manejo y Conservación de los Tiburones en México (PANMCT), pionero en Latinoamérica, que asegura la ordenación, aprovechamiento sostenible y conservación a largo plazo de los tiburones, rayas y especies afines en aguas de México, y cuenta con la participación pública, social y privada.
En cuanto a la actividad exportadora relacionada con el tiburón, la Comisión reporta que el principal producto de exportación de la pesca de tiburón son las aletas, que tienen gran aceptación en el mercado asiático.
Las especies de tiburón que más se capturan en el Golfo de México y Mar Caribe son los tipos de cazón de ley y pech, así como los de tiburón puntas negras, cazón limón, tiburón martillo, toro, sedoso, poroso y curro.
El cazón de ley es el más significativo en el Golfo de México y Mar Caribe, en tanto que el cazón pech lo es para las costas de Tabasco, Campeche y Yucatán.
En México, lo que más se aprovecha de la pesca de tiburón es la carne, mientras que las aletas, como ya se mencionó, se destinan a la exportación.
Sin embargo se puede utilizar prácticamente todo el organismo, como la piel, mandíbulas, así como el cartílago que conforma sus esqueletos y vísceras que son susceptibles de aprovechamiento.
La Conapesca aseguró que la captura del tiburón puede ser muy redituable cuando se obtienen todos los productos que proporciona el animal, es decir, al desollarlo para mandar su piel a las curtidurías.
También se puede aprovechar cuando se le arrancan y secan las aletas para comercializarlas, además de filetear la mejor carne, o en su caso, secarla y salarla para aprovecharla “tipo bacalao” y utilizar la dentadura o los dientes por separado para artesanías y joyería.
A su vez, se puede obtener el aceite del hígado para extraer la vitamina A, además de un hidrato de carbono llamado triterpeno utilizado para preparar cosméticos, el cartílago, la condroitina componente, empleada en productos farmacéuticos, mientras que con los restos y vísceras se puede preparar harina para alimento de otros animales.
NTX
