Prevén aumentar rendimiento de cosechas de trigo

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En 10 años se incrementaría el rendimiento anual de cosechas de trigo con dos ejes: su mejoramiento genético para generar semillas resistentes a plagas, a enfermedades, altas temperaturas, y con la generación de prácticas agronómicas que reducen costos de producción y hacen más eficiente el uso de los nutrientes.

De acuerdo con Bram Govaerts, director del programa de conservación agrícola del CIMMYT, este objetivo se alcanzará con sensores de imágenes satelitales para emitir recomendaciones a los productores, a través de una red de innovación para que el productor cuente con un nuevo sistema de producción.

Ello, conectado a un mercado donde el productor puede vender el trigo por parte de la industria, explicó en entrevista el también líder del programa Modernización Sustentable de la Agricultura Tradicional (MasAgro).

Entre los saldos de este programa se encuentran los impactos tangibles en el campo, tales como productores que aplican las tecnologías, y el aumento en 25 por ciento de sus rendimientos utilizando las innovaciones.

Además de la generación de semilleros nacionales que venden semillas mejoradas, así como el conocimiento de toda la biodiversidad que resguarda México en maíz y trigo.

Se trata, abundó el recientemente ganador del Premio Borlaug 2014 a la investigación de campo y su aplicación, de vincularlos al conocimiento e investigación a través de plataformas de investigación como MasAgro.

Este programa funge como enlace entre los diferentes institutos de investigación con el CIMMYT, que representa a un gestor independiente para que este asesor técnico tenga acceso a conocimiento, a innovación.

Ejemplo de ello son los agricultores del estado de Guanajuato, quienes desde abril pasado reciben información actualizada y asesoría en sus teléfonos móviles, con el servicio de MasAgro Móvil.

A tres años de su implementación, el proyecto denominado Modernización Sustentable de la Agricultura Tradicional (MasAgro) ha puesto en marcha técnicas agronómicas sustentables en 20 mil 790 hectáreas en el país.

El experto refirió que hasta noviembre de 2013 se instalaron 21 plataformas experimentales, 130 módulos demostrativos y áreas de extensión enfocadas a sistemas de protección de maíz y trigo.

Lo anterior, con el propósito de desarrollar, difundir y mejorar prácticas agronómicas sustentables, principalmente en regiones de valles altos, Bajío, trópico bajo y pacífico norte.

De 16 entidades con tecnología de MasAgro, destacan Sonora con 11 mil 821 hectáreas; Michoacán con tres mil 562; Sinaloa con mil 323; Puebla con mil 205, y Guanajuato con mil 92 hectáreas.

A decir del especialista en sistemas de producción agrícola, este programa ha generado políticas públicas que integran la innovación en ciencia y tecnología, y la oferta de datos para la toma de decisiones de productores, tanto a nivel internacional como a nivel federal y estatal.

Respecto a la reforma al campo, Govaerts consideró que debe incluir un cambio: generar capacidades en los diferentes actores de la cadena -productores, comercializadores y semilleros- con el fin de aprovechar todo el conocimiento y el potencial que tiene México.

Para ello, México cuenta con el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), la conexión directa a ciencia y tecnología para la cadena de producción agrícola que, combinado con el potencial de innovación, coadyuvaría a solventar la necesidad de granos como el maíz blanco, amarillo, de trigo y otros cultivos.

Planteó que más que un subsidio, se requiere un esquema en el que se pide al productor ser una plataforma de CIMMYT, y en lugar de recibir el subsidio, asiste a capacitaciones por una tarjeta en la que acumula puntos y al juntar los suficientes, accede a tecnologías, a manera de incentivos.

A lo anterior se sumaría una estrategia de extensionismo holístico, es decir una asistencia impartida por un asesor técnico para conectar al productor con la generación de conocimiento.

Se trata de un asesor que analiza los problemas; “lo capacitamos e instruimos para que busque soluciones a los problemas que enfrentan los productores, no sólo de la planta, de la comercialización, de la salida de raíces, de la sanidad del suelo”, agregó.

Govaerts puntualizó que se trata de una estrategia de extensionismo rural basada en redes de colaboración que hace posible la adopción de prácticas agronómicas sustentables.

Cabe recordar que en octubre pasado, la Fundación del Premio Mundial de Alimentación (WFP, en inglés) otorgó el Premio Borlaug 2014 a la Investigación de Campo y su Aplicación, auspiciado por la Fundación Rockefeller a Bram Govaerts.

NTX

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