Cucarachas de Madagascar, alimento para animales principalmente de granja

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Aguascalientes.- Alberto Margarito García Munguía, profesor investigador de la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA), encabeza un proyecto que tiene como objetivo evaluar el aprovechamiento de cucarachas de Madagascar (Gromphadorhina portentosa) para fabricar una harina orientada al consumo animal, de alto contenido en proteínas.

“La idea del proyecto surgió hace unos dos o tres años, un investigador del Instituto de Ecología y un profesor investigador de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), que tienen experiencia en la parte de producción animal y que conocen de entomología, así como un servidor, que soy entomólogo, empezamos a ver la parte del consumo de insectos en cuestión de la alimentación humana, ya la FAO autorizó que las cucarachas van a ser la alimentación en el futuro y, por ejemplo, en China ya hay granjas de cucarachas para consumo humano. En México, si quisiéramos hacer una cría de cucarachas para el consumo humano a lo mejor no sería muy atractivo porque no nos la comeríamos”, manifestó.

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García Munguía reconoce que la introducción de cucarachas en la alimentación de animales —principalmente de granja—, tendría antes que sortear pruebas de palatabilidad, para determinar si los animales la consumirían.

Cucaracha: prolífica y rica en proteínas

“La cucaracha de Madagascar es una cucaracha realmente rica en proteínas, ya estamos haciendo los primeros estudios y tiene 60 por ciento de proteínas, entonces eso nos hace pensar que se pueda poner la proteína de la cucaracha en las harinas o alimentos balanceados para dárselos a los animales”, señaló.

Margarito García Munguía detalló que una de las características que fue determinante para la selección de este insecto fue el hecho de que su reproducción es bastante rápida, pues cada dos meses pone un promedio de 150 huevos, lo cual significa más de un centenar de crías, a ello se le debe añadir que una cucaracha de esta especie puede vivir por más de dos años y ser fértil durante todo ese tiempo.

“En promedio, estas cucarachas pesan unos 12 gramos y queda 33 por ciento de materia seca, entonces una cucaracha de este tamaño, una hembra, te puede dar en promedio un kilo o kilo y medio de materia fresca en cuanto a crías, y de ahí sacar unos 200 a 400 gramos de materia seca, y esa materia seca va a incluir 60 por ciento de proteína y otros micros como son hierro, zinc y potasio, entonces eso hace que a la hora de agregarlo al alimento balanceado sea muy productivo”, destacó.

Expresó que una de las ventajas de este proyecto consiste en que para la crianza de estos insectos se lleva a cabo una evaluación de los alimentos que se le suministran, para ello se les ha elaborado una dieta con base en residuos de cosecha, y en la actualidad se valora cuáles comestibles serían mejores para su alimentación, para lo cual se analizan las frutas y leguminosas que se les proporcionan, como jitomates, lechugas y zanahorias, a fin de descubrir cuál es el alimento que más favorece para que esta especie crezca de una manera más rápida.

“Ahorita estamos en una fase en la cual ya evaluamos las dietas para la cucaracha, ya sabemos cuál es la masa adecuada para ellas, ya estamos en su máxima reproducción, ahorita tenemos unas 30 mil cucarachas, aquí tenemos una cantidad, en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla tenemos otra cantidad, las cuales ya vamos a empezar a evaluar en pollos y conejos, que eso va a ser el próximo semestre”, puntualizó.

Granjas de cucarachas

Mencionó que ya concluyó la primera fase de la investigación, cuyo resultado fue una tesis de licenciatura, la cual se presentó a finales del pasado semestre, en ella quedaron asentadas las primeras evaluaciones de la alimentación de pollos con esta harina, donde los resultados preliminares ponen de manifiesto que sí hubo una gran diferencia, comparándola con la alimentación tradicional, como con aquella dieta elaborada con base en otras harinas, particularmente, la de pescado.

“Aquí la idea es tener una gran cantidad de cucarachas, una granja bien establecida, ya tenemos el espacio donde vamos a establecerla, lo estamos adecuando para poder controlar la temperatura ambiente y llevárnoslas para allá, entonces la idea es que su proliferación, que es muy alta, podamos aprovecharla para que tengamos una gran cantidad de harina y evaluar el costo beneficio, si nosotros tenemos eso a la mano, vamos a poder tener grandes cosas”, consideró.

El profesor investigador de la UAA reconoció que en relación con este proyecto todavía falta mucho por hacer, si bien ya se han elaborado los primeros análisis, como el nutrimental, los cuales han dado buenos resultados, todavía se deben llevar a cabo otros estudios a fin de evaluar si existen bacterias que pudieran llegar a afectar al animal al momento de suministrarle la harina, pues para poder registrar este producto en un futuro se debe contar con todos estos datos para garantizar su efectividad, ya que no existe información en la literatura sobre el uso de la cucaracha de Madagascar para este fin.

“En estos análisis son tres las instituciones participantes: la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, donde los colaboradores son el doctor Carlos Alberto García Munguía, la doctora Wendy Castello Ferro, el doctor Marcos Pérez Sato; en el Instituto de Ecología, el doctor Luis Arturo Ibarra; y un servidor de la Autónoma de Aguascalientes, que es la responsable del proyecto. Para hacer el análisis microbiológico en cuestión de bacterias dentro del estómago de la cucaracha nos vamos a apoyar con el Centro de Biotecnología Genómica (CBG) del Instituto Politécnico Nacional en Reynosa, Tamaulipas”, expuso.

Por último, dijo que con los resultados que se obtengan en los estudios se podrán tener bases más sólidas para fundamentar cuáles son los beneficios de estos suplementos alimenticios, para buscar así tener un mayor presupuesto y en un futuro poder industrializar este producto, a fin de que no se quede únicamente en su elaboración artesanal.

Pruebas en animales de granja

Rey Natanael Contreras Martínez, estudiante de la maestría en ciencias agronómicas y veterinarias, comentó que para el segundo semestre de este año comenzarán a sacar provecho de la granja de crías de cucarachas que se está construyendo para iniciar con la fabricación de la harina y evaluar sus efectos en pequeñas especies, como pollos y conejos.

“La materia seca de las cucarachas será sometida a un proceso para obtener un polvo con altos grados de proteína y otros elementos importantes como hierro y zinc, el cual se empleará como suplemento alimenticio”, indicó.

Argumentó que se procederá a incluir la harina como suplemento nutricional en diferentes dosis, posteriormente, cuando finalice la engorda se llevará a cabo una evaluación sobre el rendimiento, su calidad, sabor, textura y todas aquellas variables que puedan ser de utilidad para el proyecto.

“Se pretende elaborar bien las dietas, que tengan las proteínas suficientes y suplementarla ya en las dietas animales. Una engorda dura alrededor de un mes y medio o dos meses en el caso de los pollos, entonces pensamos que ya para el otro año se puedan tener los primeros resultados”, precisó.

Por último, Contreras Martínez destacó que esta fase del proyecto se llevará a cabo en la granja experimental que se ubicará en la Posta Zootécnica de la UAA, ello, con la finalidad de poder determinar la diferencia entre los distintos tipos de harina, para lo cual se deberá de experimentar con diversos porcentajes de proteína y hacer una comparación con un animal que fungirá como testigo, al cual no se le suministrará ningún suplemento alimenticio; también se realizará el ejercicio comparativo con otros pollos a los cuales se les proporcionarán otras harinas que ya se comercializan. Los resultados serán los primeros pasos, pues en la actualidad no existe ninguna investigación sobre el uso y manejo de este tipo de insectos en la engorda de animales.

Agencia Informativa Conacyt

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