Los Mochis, Sinaloa.- Desde tiempos muy remotos, el nopal ha sido consumido por la población directamente en pencas asadas al comal o en pequeños trozos que se sazonan y se convierten en diversos guisos que, aparte de que cubren sus necesidades alimenticias, se le asocian a la prevención de algunas enfermedades riesgosas como la diabetes y otras asociada al correcto funcionamiento gastrointestinal del organismo.
En los años más recientes, el néctar que se extrae de esta planta cactácea, ha comenzado a ser consumido directamente por la población en jugos mezclados con otras frutas que en conjunto aportan diversos beneficios que se asocian a la correcta digestión del organismo y su tendencia en esta forma de consumo ha sido creciente, por lo que se considera una faceta que puede incrementarse y fortalecerse con el paso de los años.
Contrario a lo que ocurre en otros estados del centro del país, donde el nopal se explota comercialmente, en Sinaloa aún es incipiente el aprovechamiento de este cultivo con fines comerciales, cuando en realidad ofrece una buena alternativa de producción que se puede desarrollar y aportar buenos resultados, conforme a la creciente demanda que el producto, en sus diversas modalidades de consumo, entre los diferentes estractos de la población.
Los nopales de Andrés.
Un ejemplo del nuevo enfoque productivo que se le está dando a este cultivo representa los esfuerzos que diariamente emprende el ejidatario Andrés Ávila, del ejido Plan de San Luis, ubicado en el Valle del Fuerte, quien tiene en producción una superficie de 1 hectárea con la cactácea.
En entrevista con reporteros de este matutino, Andrés se dice convencido de las bondades productivas que ofrece este cultivo, ya que sus pencas se dan sin muchos esfuerzos y tiene un mercado que, aparte de que es muy demandado, día con día crece más y así se lo hacen saber las personas que semanalmente lo visitan directamente en su predio de cultivo hasta donde llegan a adquirir las pencas que posteriormente ellos comercializan en los tianguis y en diversos mercados de la localidad.
Menciona que su incursión a la producción del nopal se dio en una forma casi involuntaria porque originalmente eran otros los fines que se perseguían con este proyecto de producción, pero como no se dieron y sólo se quedó con la planta en pie, la cual comenzó a darle resultados al vender las pencas nuevas que van saliendo, ahora las plantas las cuida con esmero porque se ha constituido en una fuente de ingresos para su familia.
Indica que el mejor periodo para la reproducción de las pencas de nopal es precisamente durante el verano, ya que durante el invierno, cuando menos la especie que maneja: el nopal de Castilla, baja su nivel de producción durante los periodos fríos.
Por esto, ha comenzado a experimentar con otras variedades como la cristalina, la cual se da durante todo el año y representa una mejor opción productiva, porque siempre tiene penca nueva que es muy demandada por la población.
Proyecto en Capomos.
Por su parte, José Juan Barreras, quien encabeza un proyecto de producción de nopal orgánico que enfocarán hacia la elaboración de jugo y composta con las plantas en terrenos del ejido Capomos, El Fuerte, dijo que el proyecto ya se encuentra muy aventajado, pues ya establecieron el cultivo en la zona de producción prevista de 2 hectáreas y le están dando seguimiento a la atención del cultivo.
Dio a conocer que el objetivo es aprovechar los néctares que brinda el nopal, los cuales se asocian a muchos usos terapéuticos y medicinales, los cuales comercializarán directamente para tratar de lograr los mayores beneficios posibles.
Explicó que esto se logrará sometiendo la penca del nopal a un proceso de extracción del néctar que emprenderán ellos mismos, mientras que el bagazo que quede como resultado de este proceso lo destinarán para la elaboración de compostas que actualmente tiene bastante uso como fertilizante orgánico.
El proyecto tiene un gran potencial para desarrollarse porque el nopal es de bajos requerimientos de agua y tradicionalmente se adapta perfectamente a las condiciones de los terrenos de temporal.
Barreras Cruz dijo que el cultivo se puede desarrollar sin ninguna dificultad, ya que una penca de nopal tiene una duración aproximada entre los 6 y los 8 años de vida, lo que facilita la elevada capacidad de ahijamiento (producción de pencas).
El proyecto que emprenden lo llevan a cabo gracias a los apoyos económicos que les brinda la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas.
El Debate
