37% de los alimentos del campo se pierden por insectos y plagas: expertos

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En México se pierde el 37% de los alimentos que se producen en el campo por insectos, plagas, malezas y hongos, lo que se traduce en 10 millones 431 mil toneladas de alimentos desperdiciados al año, ya sean toneladas trigo o de tomate, las pérdidas son por miles de millones de pesos”, alertó en entrevista con Noticias MVS Matías Correch, Responsable de la División Crop Science de Bayer de México.

Ante ello, “la educación es el primer paso y entender y aplicar la tecnología existente desde el más pequeño hasta el más grande de los productores porque los agroquímicos son productos preparados para uso profesional”, comentó el experto aún sorprendido por el uso inadecuado de un par de pastillas de fertilizante que puso en grave riesgo la salud de un transportista de cacao e hizo que se cerrará temporalmente el área de emergencias del hospital La Raza del IMSS.

Fertilizantes, herbicidas o insecticidas son “indispensables” para el cuidado del campo y sus cultivos ante el ataque de plagas, pero los agroquímicos de control de plagas “no son productos que se puedan llevar en el bolsillo y de hecho, está prohibida su transportación sin resguardo porque es peligroso”, aclaró Correch.

Sin embargo, un factor de riesgo que está creciendo de modo importante es la proliferación de los productos “ilegales”, advirtió el experto.

“Los números de la piratería en agroquímicos crece de manera alarmante. En Brasil la piratería de fertilizantes e insecticidas llega hasta el 10%. Son productos que vienen empacados idénticos a los originales pero traen agua con detergente o algún otro producto adulterado, cuyos materiales pueden ser muy tóxicos para ser liberados al medio ambiente o para las personas que los utilizan”, subrayó Correch.

“Estamos preocupados como industria. La distribución de productos ilegales (en el cultivo y manejo de los productos agrícolas) demandan acciones más enérgicas para combatir la piratería, el contrabando y los productos adulterados”, destacó.

“Los alimentos no nacen en el supermercado, son producto del esfuerzo de más de tres millones de agricultores mexicanos a quienes cada vez les va a ser más difícil traer frutas y verduras inocuas”. Con el aumento de la población también deberá aumentar en un 60% la producción de alimentos, los que no solo se les debe desperdiciar sino que deben ser de buena calidad. Ya no habrá más tierras para producir el excedente de alimentos frescos que se necesitan, de manera sana, inocua y sin residuos de los agroquímicos usados durante su cultivo, agregó Correch.

El experto destacó que si bien “aún no se detectan modificaciones en general en las plagas por el cambio climático, lo que sí está pasando es que han crecido en número por contar con más días cálidos en el año. A menor frío, las plagas tienden a reproducirse más, el frío corta el ciclo vital de plagas y hongos, detalló el especialista.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, OMS, fomentar prácticas de inocuidad engloba acciones muy concretas en cada paso de la trazabilidad de los alimentos que eviten, además de una oferta reducida por mermas, enfermedades transmitidas por alimentos en descomposición o contaminados.

Durante el tránsito, transformación y preparación de los alimentos acechan plagas de granos almacenados, como gorgojos y palomillas; moscas, mosquitas; cucarachas, chinches; cochinillas, tijerillas; además de roedores lo cual representa un riesgo cuando éstas buscan alimentarse.

Los padecimientos ocasionados por la ingesta de alimentos insalubres o contaminados afectan a una de cada diez personas en el mundo, es decir, alrededor de 600 millones de personas se ven afectadas, de las cuales, 420 mil mueren debido a la falta de inocuidad alimentaria.

“Las enfermedades ocasionadas por alimentos contaminados pueden ser producidas por bacterias, virus y parásitos, las cuales muchas veces son transmitidas por plagas, tanto en el campo, como en los almacenes o establecimientos donde se elaboran los alimentos. Por ello, las buenas prácticas en el manejo integrado de plagas, de manera profesional y sustentable adquieren importancia”, sostuvo.

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO, por sus siglas en inglés, las plagas y enfermedades de las plantas tienen repercusiones en la producción de alimentos, pues cada año la producción agrícola mundial se reduce hasta 40% por este tipo de contaminación.

En el caso de plagas urbanas, finalizó el experto, éstas se dividen en “molestas, venenosas, hematófagas y sanitarias”, y pueden ser insectos o roedores que afectan el hábitat humano e incluye a las cucarachas, alacranes, mosquitos, termitas, chinches, entre otros; los cuales pueden contaminar los alimentos si no se les controla oportunamente.

Noticias MVS

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