Los costos de producción del maíz podrían incrementarse entre 15 y 30 por ciento debido al incremento en el precio del diésel, su principal combustible para el transporte, advirtió el Frente Nacional de Productores de Granos Básicos (FNPGB).
“Esto va a tener impacto. El diésel es una materia primordial para hacer cualquier labor en el campo, desde la preparación del suelo hasta levantar la cosecha”, dijo Rubén Vázquez, líder del grupo.
Según el productor, además del diésel, podrían tomarse en cuenta otros insumos para la producción del maíz, por lo que el precio podría escalar aún más.
“El problema radica en que también se nos van a empezar a incrementar los demás insumos, al haber incremento del diésel, va haber incremento de fletes, y por lo tanto, los precios de los demás insumos también van a aumentar, lo que va a disminuir nuestra ganancia”, dijo Vázquez.
En promedio, una hectárea de maíz tiene un costo de producción de 30 mil pesos al año. En una buena cosecha se pueden obtener hasta 11 toneladas, de las cuales pueden obtener una ganancia de seis mil pesos.
“Eso se ganaba anteriormente, ahorita se va a reducir a la mitad si se incrementa el costo de producción en un 20 por ciento”, dijo el agricultor.
QUE SUBAN PRECIOS
Ante esta situación, Gerardo Noriega Altamirano, investigador de la Universidad Autónoma de Chapingo, consideró que los precios de los productos agrícolas podrían subir de precio para que los agricultores no vean reducidos sus márgenes de ganancia.
El académico indicó incluso que el precio de un tonelada de maíz pagada al productor debe incrementarse 20 por ciento para pasar de unos tres mil 500 a cuatro mil 200 pesos como mínimo.
De no hacer esto lo que va a ocurrir es que tanto la agricultura de subsistencia como la desempeñada por grandes empresas van a ver mermadas sus producciones.
“Al tener una baja producción puede haber un riesgo en la seguridad alimentaria”, advirtió Noriega.
Sin embargo, el impacto negativo es a dos bandas puesto que los productores de granos no pueden trasladar el incremento en los costos a su producto, puesto que estos se rigen por el mercado internacional, que en últimos años ha mantenido una tendencia a la baja, explicó el líder del FNPGB.
“Ahí no importa si nuestros costos de producción se elevan un 100 por ciento, ahí el gobierno no se mete, es una incongruencia”, dijo Vázquez.
Además, el líder campesino condenó la falta de apoyo del gobierno y la carencia de programas focalizados en combustibles para la producción agropecuaria.
“El sector agropecuario debe de respaldarse en la ley de energía para el campo la cual marca precios y tarifas de estímulo a la productividad en diésel y la energía eléctrica”, dijo, y se comparó con Estados Unidos, en donde el combustible cuesta diez pesos menos que aquí, es decir, ocho contra 18 pesos.
