El girasol es originario de México, es un cultivo con gran potencial por su gran adaptabilidad, además de ser una planta oleaginosa que tiene un papel fundamental en la alimentación humana.
De esta planta se extrae aceite para consumo humano, sin embargo la demanda actual exige de éste una elevada concentración de altos oleicos porque contribuyen a una buena salud gracias a los ácidos grasos esenciales que contienen como son: los Omega 3, 6 y 9.
Por eso, en esta ocasión compartimos un caso de mujeres y hombres de Morelos quienes tras una afectación, por falta de lluvias y ataques del pulgón amarillo en sembradíos de sorgo, decidieron reconvertir su cultivo por girasol alto oleico, lo que cual ha resultado ser una excelente alternativa.
Este cultivo consume poca agua, sus costos de producción son bajos, tiene una alta demanda tanto en el mercado nacional como en el internacional, además su venta está aseguradas gracias al apoyo del Gobierno Federal en los conceptos de incentivos a la comercialización, agricultura por contrato, fomento a la producción, y por parte de empresas especializadas en agronegocios.
El girasol alto oleico es un cultivo validado por el INIFAP, detrás de él hay mucha investigación que lo respalda, por lo que se presenta como una buena opción para los productores ante el fenómeno climático conocido como “El Niño”, que cíclicamente causa severas afectaciones en las siembras.
En la zona oriente de Morelos ya se siembra girasol alto oleico, se espera para este año superar las 500 hectáreas de cultivo, pues los productores han logrado excelentes rendimientos: 1.5 toneladas por hectárea, tienen asegurada la venta de toda su producción, y mejores ganancias para sus familias.
La inversión más importante está en el capital humano, en el desarrollo de los productores y en el intercambio de conocimientos y tecnologías.
