Yucatán.- Tal como ocurre cada año, las lluvias aportan muchos beneficios al campo, pero también traen consigo plagas que ya comenzaron a poner en apuros a productores del sur del Estado.
En Tzucacab, productores de maíz de la cabecera municipal y de la comisaría de San Salvador Pisté Akal externaron su preocupación porque plagas de gusano cogollero y mosquita blanca atacan los cultivos.
De acuerdo con los afectados, los cultivos de maíz comenzaron a tener “un bonito crecimiento” con las lluvias, pero una plaga de gusanos ya está atacando el cogollo de las plantas.
Además, las plantas también se ven afectadas por una plaga de mosquitas que les chupan la savia a las hojas.
Comportamiento
Según productores, la preocupación es mayor porque el gusano cogollero afecta a los cultivos cuando no hay lluvias, pero su comportamiento actual es contrario a lo habitual.
—Cuando llueve el cogollo del maíz se mantiene lleno de agua y el insecto se muere ahogado —explicó un campesino de la cabecera—. Pensamos que se esconde en la tierra y sube a alimentarse cuando se seca el cogollo.
En Oxkutzcab, el ingeniero agrónomo Gilberto Lugo López indicó que las plagas y la maleza que surgen en la temporada de lluvias aumentan los gastos de los campesinos ya que deben comprar insecticidas, fungicidas y herbicidas para combatirlas.
Según explicó, cuando hay tregua en las lluvias enseguida hay brotes de plagas, como gusanos, y hongos y crece la maleza.
Los gusanos, dijo, se combaten con insecticidas como cipermetrina, que cuesta 150 pesos, y los hongos con cymoxanil y clorotalonil.
Los campesinos también usan diversos herbicidas, de los cuales el más usado es paraquat, que elimina zacates y yerbas y cuesta entre 75 y 80 pesos.
Contra la mosquita blanca se utiliza el lannate, un polvo altamente tóxico cuyo mal manejo ha ocasionado incluso muertes por ingesta porque los campesinos tienen la costumbre de llevarlo a casa y guardarlo en la cocina.
Según el entrevistado, a raíz de que algunos accidentes con lannate ocurrieron al confundirlo con harina, se le cambió el color y ahora es azul.
Lugo López, quien comercializa agroquímicos, indica que el uso de esos productos debe de ser con mucha responsabilidad para prevenir complicaciones en la salud.
—Algunos agroquímicos son considerados altamente tóxicos, son dañinos para el ser humano —indicó—. Algunos pueden causar vómitos, diarrea o escalofríos e incluso la muerte.
