Marco Antonio Torres estudia ingeniería industrial en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), pero para sostener su carrera, produce 30 kilogramos a la semana que vende a restaurantes en el mercado local.
Dijo que hace en un año, con el apoyo de sus padres, instaló un invernadero de unos 200 metros cuadrados en un predio de La Hortaliza del municipio de Tepeyanco.
Mencionó que inicialmente la familia invirtió los ahorros de retiro de los padres -unos 500 mil pesos- para equipar la cubierta e instalar el modelo del cultivo.
Aseveró que al inicio sus padres hicieron un esfuerzo para adquirir el predio en lugar donde cuentan con agua de pozo y un clima óptimo.
De apenas 22 años, contó que realiza el servicio social Universitario en la BUAP, al tiempo que produce la fresa “pues antes sembrábamos flor de crisantemo, pero el precio se cayó y una decena cuesta 15 pesos, los que ganan son los intermediarios”.
El productor comentó que después de 12 meses de trabajo, aprendió la siembra y cosecha de fresa y ahora “solo nos falta capital, solicité apoyos en las oficinas de Sefoa, me dijeron que no hay apoyos para invernaderos, que vuelva después, así me traen en la presidencia municipal no hay apoyos”.
Explicó que desde enero pasado cosecha 30 kilos a la semana que vende en 50 pesos cada uno “ahora hay desabasto, en el mercado se compra en 70 y 80 pesos, pues viene de Estados Unidos… mi problema no es el mercado es la falta de dinero para aumentar la producción”.
Destacó que la mayor inversión en la producción de la fresa es controlar las temperaturas de entre 25 y 30 grados Celsius para obtener un fruto de calidad.
