Es fundamental ejecutar un “Plan Maíz para México”, a fin de dejar atrás la vergüenza de que el país sea deficitario en la producción de este alimento, abatir los altos niveles de desnutrición y proteger los maíces nativos.
El comité ejecutivo nacional del Sistema Producto Maíz, encabezado por Vicente Álvarez Delgado, planteó lo anterior luego de informar que la propuesta de dicho Plan ya fue presentado en el Senado de la República, y establece que se debe invertir en infraestructura productiva, mejoramiento parcelario, sistemas de riego, equipamiento moderno, y centros de acopio, entre otros.
En cuando a la asistencia técnica, se debe aplicar un esquema que comprometa a las universidades e instituciones de investigación, pues en dicho Plan deberán concurrir productores, la industria, dependencias federales, consumidores, organismos internacionales e investigadores, pues a la fecha, muchos programas, y recursos no han sido eficientes ni suficientes, para hacer realidad el derecho constitucional a la buena alimentación de los mexicanos.
Es lamentable, que México sea el quinto productor de maíz con el 3 por ciento de la producción mundial y, en cambio, ocupe el segundo lugar como país importador con el 9 por ciento del volumen comercializado.
Esto es porque son bajos los números de cosecha de maíz en México, en promedio es de 3.5 toneladas por hectárea, aunque hay casos destacados como Sinaloa que produce un promedio de 11.2 toneladas o Hidalgo y Estado de México que tiene la marca de 8 toneladas.
Sin embargo, dijo Álvarez, que México no necesita el maíz transgénico para competir por precio y volumen, pues se tiene algo mejor en calidad y grado alimenticio que no propicia diabetes ni obesidad, ni descalsificación, ni desmineralización; y también se puede alcanzar la soberanía alimentaria, pero no a costa de perder la base genética del maíz.
Hizo ver que la tendencia mundial es por el consumo de alimentos sanos y hay la gran oportunidad de que los maíces mexicanos sean catalogados como “alimentos diferenciados” lo que dará un valor agregado al producto por la percepción de los consumidores y así defender más de 330 generaciones de antepasados que aplicaron con rigor científico y sin fines de lucro la siembra de este grano.
