Las pérdidas agrícolas y el incremento en el costo de la producción alimentaria causada por las malezas son altas; las malezas están dispersas y son tan comunes, que los agricultores no saben cuánto pierden por ellas y cuanto ganan al controlarlas. Estudios reportan que llegan a significar el 42% de daño a los cultivos de no controlarse (Quiñones y Aldaba, 1991).
Los estudios que se refieren a la distribución de malezas introducidas y sus implicaciones en nuestro país son escasos (Rzedowski, 1990), no se conoce con certeza cuantas especies exóticas se han establecido en México y donde se distribuyen. En nuestro país al menos 50% de las malezas nocivas y agresivas en los cultivos y hábitat naturales, son introducidas, tales como Sorghum halepense, Cyperus esculentus, Sonchus oleraceus y Cynodon dactylon (De Ita et al. 1992). Igualmente hay varias especies introducidas, que a través de su manejo con fines de producción agropecuaria, están transformando y/o eliminando rápidamente áreas de vegetación natural.
Durante el análisis de muestras de semillas de trigo procedentes del municipio de Irapuato, Guanajuato, en 2008 se registraron las primeras detecciones de la maleza reglamentada Polygonum convolvulus, lo cual dio la pauta para monitorearla en el estado, delimitándose para ese año una superficie de 394 hectáreas infestadas. Ante esta problemática, en 2009 se implementó la campaña contra malezas reglamentadas en 15 estados (Chihuahua, Distrito Federal, Edo. de México, Guanajuato, Hidalgo, Nuevo León, Puebla, Querétaro, Sinaloa, Sonora, Tabasco, Tamaulipas, Tlaxcala, Yucatán y Zacatecas). El objetivo principal de la campaña es detectar y erradicar los focos de infestación de especies de malezas reglamentadas, así como otras no reportadas en México.
Actualmente la campaña opera en 16 estados del país, en donde se implementan las acciones de exploración, muestreo, control de focos de infestación, diagnóstico, capacitación, divulgación y supervisión. La estructura operativa para el año 2012 es de 59 técnico compuesto de coordinadores de campaña, profesionales fitosanitarios, auxiliares de campo y como apoyo en el manejo de focos de infestación se programó la contratación de 6,621 jornales.
Dejar de realizar las acciones de la campaña, traería como resultado el incremento de la densidad poblacional de las malezas reglamentadas detectadas hasta el momento, aumento en los costos de producción motivado por el mayor uso de herbicidas y pérdidas en el rendimiento y calidad de granos y semillas. Adicionalmente, éstas se diseminarían a estados sin presencia.
La inversión federal realizada de 2009 a 2012 a la campaña es de 38.6 millones de pesos. De acuerdo a los resultados del muestreo, durante 2011 se registró una superficie afectada por las malezas reglamentadas Cuscuta spp, Rottboellia cochinchinensis y Polygonum convolvulus de 9,000 hectáreas, distribuidas en 14 Entidades Federativas. El manejo de focos de infestación ha dado como resultado que las densidades poblacionales se estén reduciendo anualmente, lográndose alcanzar en el 2011 una disminución promedio del 50% en relación al año 2010. Las especies antes referidas han incidido principalmente en los cultivos de alfalfa, avena, cebada, chile, maíz y trigo, los cuales tienen un valor estimado de producción de 1,263 millones de pesos. No obstante, con base en datos del SIAP, la superficie que potencialmente podría ser afectada supera los 13.8 millones de hectáreas, de donde se obtiene un volumen de producción de 28.3 millones de toneladas, valuadas en más de 163 mil millones de pesos.
Banco de semillas de Rottboellia cochinchinensis
Cultivo de cebada infestado por P. convolvulus
Cuscuta americana infestando limón mexicano
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