Las medidas para prevenir que insectos, bacterias, virus y malas hierbas infesten los envíos de frutas y hortalizas y otros tipos de plantas y alimentos y luego se extiendan por el mundo, centran una reunión de expertos internacionales que comenzó hoy en la FAO. El encuentro anual de la Comisión de Medidas Fitosanitarias (CMF), órgano de gobierno de la Convención Internacional de Protección Fitosanitaria (CIPF), reúne por cuatro días a destacados especialistas en sanidad vegetal de los 181 países miembros de este tratado, informó la FAO en un comunicado.
Dijo que la tarea de la CPM consiste -entre otras cuestiones- en revisar y establecer las Normas internacionales para medidas fitosanitarias que regulan cómo deben manipularse las plantas y productos vegetales durante su circulación y transporte.
También busca maneras de asistir a los países en desarrollo a mejorar la eficacia de sus Organismos nacionales de Protección Fitosanitaria.
El objetivo de las normas es reducir al mínimo los riesgos de las plagas de las plantas que circulan a través de fronteras y regiones, en el contexto cada vez más amplio del comercio mundial.
“El comercio internacional de productos agrícolas mueve cada año la asombrosa cifra de 1.1 billones de dólares, que en más del 80 por ciento del total corresponde a los alimentos”, aseguró la responsable de la FAO para Recursos Naturales, Maria Helena Semedo.
“En este mundo cada vez más globalizado, tenemos que aumentar nuestros esfuerzos para proteger la inocuidad alimentaria y el medio ambiente, y garantizar la seguridad del comercio frente a plagas de las plantas”, añadió.
En un discurso ante los participantes en la reunión, advirtió que un fallo en la vigilancia de la propagación de plagas y enfermedades de las plantas puede tener consecuencias desastrosas sobre la producción agrícola y la seguridad alimentaria de millones de agricultores pobres.
La Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) calcula que cada año se pierde entre el 20 y el 40 por ciento de los rendimientos de los cultivos mundiales debido a los daños causados por estas plagas y enfermedades.
“Una vez que una plaga se ha establecido, es casi imposible de erradicar y es cara de gestionar”, señaló por su parte el Coordinador del CIPF, Craig Fedchock.
Un factor clave es garantizar que el material utilizado para el transporte de plantas y otros productos agrícolas no se convierta en el lugar donde las plagas encuentran cobijo.
“Si hubiéramos sabido más sobre los riesgos asociados con el embalaje de madera maciza hace 35 años, se podrían haber ahorrado millones de dólares mediante un sencillo tratamiento térmico de bajo costo de las paletas de madera, antes usarse para el comercio internacional”, explicó Fedchock.
Entre los ejemplos, Fedchok señaló el escarabajo longicornio asiático, que se cree se ha extendido desde Asia a Estados Unidos -así como Canadá, Trinidad y varios países de Europa- en los embalajes de madera maciza sin tratar. Los escarabajos o sus larvas se alimentan de hojas, ramillas y cortezas, causando la muerte de muchos árboles.
La reunión de la CMF de este año -que se prolongará hasta el viernes 20 de marzo- debe abordar el tema de la certificación fitosanitaria electrónica, conocida como ePhyto. Los participantes discutirán -y posiblemente aprueben- la creación de un servicio ePhyto en línea.
Ello facilitará el intercambio de millones de estos certificados electrónicos por año, resultando en una mayor eficiencia en las operaciones portuarias, y una reducción de los costes, -incluidos los ambientales- asociados a la impresión de certificados y documentos de embarque.
NTX
Comentarios
comentarios