Con 66 géneros y 850 especies, México es el país con mayor riqueza de cactáceas en el mundo; Puebla ocupa el décimo tercer lugar nacional con mayor diversidad de este tipo de plantas, con cerca de 81 especies distribuidas en valles y sierras del estado. Sin embargo, muchos de estos ejemplares se encuentran en peligro de extinción.
En respuesta a esta problemática, la Escuela de Biología de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) cuenta con la Unidad de Manejo para la Conservación y Preservación de Cactus, en la que investigadores y alumnos se dedican al estudio y cuidado de estas plantas.
María del Carmen Navarro Carbajal, profesora investigadora de esa unidad académica, dio a conocer que el invernadero tiene una colección de aproximadamente 60 especies de cactáceas.
“Nuestra labor consiste en desarrollar técnicas y procedimientos que contribuyan a disminuir el deterioro de las poblaciones de estas especies; además, en la unidad de manejo llevamos a cabo proyectos relacionados con el cultivo y la propagación de los cactus”, explicó.
En su opinión, de no controlarse el saqueo de este tipo de plantas se generarán graves problemas a los ecosistemas de la región, pues “muchos de los cactus son fuente de alimento para los herbívoros, además la presencia de estas plantas contribuye a evitar la pérdida de suelo”.
Una línea de investigación que manejan es “Ecofisiología de la germinación de cactáceas”, en la que a partir de semillas determinan cuáles son los factores ambientales que permiten la germinación y de este modo obtener plántulas que puedan ser utilizadas en programas de reintroducción de las especies a su hábitat.
“Realizamos este procedimiento en el municipio de Tecali de Herrera, primero cultivamos en nuestro invernadero las semillas de Echinocactus platyacanthus, una especie de biznaga, hasta que crecieron las plántulas. Luego las llevamos a su hábitat. Los resultados fueron satisfactorios y comprobamos que fue alta la sobrevivencia de las plantas”, aseveró.
La académica, quien es maestra en Ciencias en Ecología Vegetal, por el Instituto Politécnico Nacional, señaló que el proceso de germinación puede promoverse al someter las semillas a diferentes factores, químicos, físicos o mecánicos.
“Posteriormente, las ponemos a germinar en sustratos de distintos tipos, por ejemplo, que tengan altas concentraciones de calcio o de materia orgánica, entre otros, lo que nos permitirá visualizar la capacidad que las especies tienen para reproducirse en el invernadero, así como de establecer las técnicas más adecuadas para su propagación”, informó.
Navarro Carbajal refirió que las plántulas pueden ser llevadas a su lugar de origen una vez que han madurado lo suficiente, para que cuenten con las características que eventualmente les permitan resistir la presión de los factores ambientales, así como de los depredadores que pueden limitar su sobrevivencia.
De igual forma, la académica ha trabajado en la propagación de las cactáceas y de algunas especies de orquídeas, por medio de la semilla, a través de cultivo in vitro.
“Sembramos las semillas en frascos como medio de cultivo y esperamos a que crezcan las plántulas, luego las sometemos a procedimientos de aclimatación hasta que maduran lo suficiente para obtener plantas adultas, que a largo plazo pueden ser comercializadas, y así contrarrestar el deterioro que están sufriendo las zonas en donde habitan estas especies, debido al saqueo indiscriminado”.
Para recolectar los ejemplares de cactáceas de Puebla tienen que cumplir con los permisos y normas expedidos por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, esto con el fin de asegurar el cuidado y la preservación de las especies en las zonas endémicas.
Cada año, en la Escuela de Biología de la BUAP se imparten cursos sobre técnicas de cultivo, manejo, propagación, identificación y distribución de cactáceas y orquídeas, dirigidos a estudiantes, académicos y público en general, interesados en el cuidado de estas especies vegetales.
Comentarios
comentarios