Estas acciones se llevan a cabo a través de un trabajo interinstitucional que incluye especialistas, académicos y representantes de instancias internacionales.
1.- Monitoreo de cultivos: a efecto de conocer el potencial productivo y el tipo de cultivos que son aptos para la siembra en espacios rurales.
2.- Participación en Iniciativas internacionales: con el fin de disminuir los impactos ambientales a nivel nacional, México participa en la Iniciativa 20×20 y la Iniciativa 4×1000 (firmada con el Gobierno de Francia) y la Alianza Global para una Agricultura Climáticamente Inteligente, puesta en marcha por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
3.- Impulso a las energías limpias: En los últimos siete años, se ha promovido el uso de energía alternativa, como biodigestores, celdas fotovoltaicas, entre otros. Asimismo, se fomenta el uso de biofertilizantes, ya que al dejarse de utilizar más de 69 mil toneladas de fertilizantes químicos, entre 2014 y 2015, la producción se incrementó 15 por ciento.
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