PETO.— Personal del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarios (Inifap) impartió ayer un curso-taller a alumnos y profesores de la Universidad Tecnológica del Mayab sobre el cultivo de la estevia.
En la actividad también participaron productores interesados en esta planta, de la cual se obtienen endulzantes y además contiene ciertas propiedades que son beneficiosas para la salud.
A través de un proyecto de la Universidad y del Inifap, los alumnos desarrollan una parcela demostrativa en un espacio de 10 por 20 metros donde se sembrarán dos especies de la estevia —Morita
I y Morita II— con fines de investigación.
Leonardo Gallegos Tintoré, director de Vinculación, informó que en el curso-taller se abordaron las técnicas y los procesos de siembra, además del manejo para la cosecha de las hojas.
—Se explicó el uso de biofertilizantes para apoyar el desarrollo de las plantas y para que en poco tiempo se pueda tener la producción esperada.
Destacó que se busca que toda la producción sea orgánica, pues se trata de evitar el uso de agroquímicos.
A más tardar en 15 días se haría el trasplante de 10 charolas de plántulas que fueron donadas por el Inifap como parte de un convenio.
Recordó que ya habían tenido una parcela donde sembraron la estevia, pero tuvieron problemas con un hongo y no se logró la producción esperada, de modo que limpió el terreno y ahora se retoma el proyecto.
—Se sembrarán las variedades de Morita I y II, que son las que darían mejores resultados por las características del tipo de suelo que predomina en el Estado.
—Más adelante queremos que los alumnos sean promotores de los cultivos, pues hay mucho futuro en la producción de la estevia.
—Yucatán cuenta con terrenos que son óptimos para trabajar este cultivo.
El curso fue impartido por los investigadores Genovevo Ramírez Jaramillo y Mónica Lozano Contreras.
Los instructores explicaron la importancia del consumo de la estevia como endulzante natural, añadido a los alimentos y bebidas, ya que son hojas que contienen un compuesto que puede ser de 200 a 300 veces más dulce que el azúcar de caña, además de que, destacaron, puede ser consumida por personas con enfermedades cardiovasculares, hipertensión, diabetes y obesidad.
Diario Yucatán
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