Durante 2016 la Sagarpa informó que la estrategia para la erradicación del gusano rosado se enfocó en el uso de semilla transgénica del algodón en alrededor del 95 por ciento de la superficie establecida, mientras que el resto de la superficie se controla con feromonas para propiciar la confusión sexual de la palomilla del gusano rosado.
En cuanto a la estrategia para combatir al picudo del algodonero consistió en la aplicación de insecticida de forma planeada en los predios donde se observan capturas del insecto y sus características, por lo que se procede a la aplicación de agroquímicos vía aérea con el uso de avionetas fumigadoras.
Se incluyó la ubicación geográfica de predios sembrados con algodón, el monitoreo de las plagas con trampas para su captura, además de la instalación de dispersores de feromonas para confusión sexual de la palomilla del gusano rosado, así como la aplicación de insecticida pare el control del picudo del algodonero.
En la última etapa antes de la cosecha se observó un incremento de capturas en las trampas instaladas para atrapar picudos del algodonero, lo que se deriva, subrayó el delegado de Sagarpa en la Laguna, José Armando García Triana, de las condiciones climatológicas y la presencia de humedad y las altas temperaturas, de ahí que la Sagarpa hace un llamado a los productores a no bajar la guardia y permanecer atentos y en constante comunicación con el personal de las Juntas Locales de Sanidad Vegetal y sus asesores técnicos, con el objetivo de que, con el trabajo conjunto, se logre la disminución de dichos insectos.
Durante el presente Ciclo Agrícola se han producido 82,808 pacas a la fecha, quedando pendientes aproximadamente 12,225 pacas por elaborar de los municipios de Gómez Palacio, Lerdo, Mapimí, Nazas y Tlahualilo, Durango; Cuatro Ciénegas, Francisco I. Madero, Parras, Matamoros, Torreón y San Pedro de las Colonias, Coahuila.
El delegado de la Sagarpa recordó que el desvare y el barbecho son labores fitosanitarias indispensables para la erradicación del gusano rosado y el picudo del algodonero.
El Siglo de Torreón
Comentarios
comentarios