Orquídea silvestre: un cultivo con potencial económico

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Tepic, Nayarit.- Leobarda Guadalupe Ramírez Guerrero, doctora en ciencias, recursos genéticos y productividad, de la Universidad Autónoma de Nayarit (UAN) , investiga la posibilidad de cultivar en el estado una especie de orquídea silvestre (Vanilla pompona) que alcanza un alto valor comercial por sus múltiples usos en las industrias de alimentos y cosméticos.

La especialista en cultivo de tejidos indicó que para satisfacer la demanda comercial de la vainilla silvestre prevé el uso de la técnica de multiplicación masiva, a partir de un conjunto de células, tejido o un órgano de la planta.

Según estudios de la investigadora, la Vanilla pompona se ha encontrado en la zona costera del municipio de Ruiz, donde las condiciones naturales —de tierra baja tropical— favorecen el desarrollo de la planta que aún no ha sido caracterizada a cabalidad para Nayarit.

“La especie que investigo es distinta a la conocida comercialmente, la Vanilla planifolia, que es utilizada para cosméticos, perfumes, alimentos, etcétera; se sabe de su uso en perfumería, pero aquí en Nayarit no se utiliza, por lo que hay que caracterizarla genética y morfológicamente en el estado y el país para proponerla como cultivo alternativo”, señaló.

La profesora —miembro nivel I del Sistema Nacional de Investigadores (SNI)— dijo que el precio por kilo de esta especie es superior a los 300 dólares en el mercado internacional, aunque para obtener un kilo, ya procesado, se necesitan poco más de 60 vainas.

“Sabemos que hay personas que colectan las vainas silvestres y las venden, pero les vienen dando mil 700 pesos, que para el productor que no invirtió en cultivarlas, es una ganancia; en Nayarit no le dan ningún manejo comercial, simplemente las plantas siguen silvestres, hay producción, pero no saben los beneficios que ofrece en cuanto a la economía”, afirmó.

Hábitat de la Vanilla pompona en Nayarit

La doctora Leobarda Ramírez señaló que la investigación para caracterizar la Vanilla pompona en el estado, la realiza en comunidades del municipio de Ruiz, como Puerta de Platanares, El Venado, el cerro de San Juan en Tepic y sitios donde se cultiva café y palma camedor.

“Se podría encontrar en las reservas ecológicas, que es donde hay más árboles porque se requiere de un área semisombreada; hay en las zonas de bosque y donde se cultiva café y en la costa donde crece la palma camedor. En Ruiz encontré en lomeríos, en donde cae el agua natural de los cerros, en El Venado y Puertas de Platanares”, declaró.

Este tipo de orquídeas tiene plantas que trepan los árboles y pueden llegar a medir entre 20 y 30 metros, por lo que requiere de polinizadores naturales, de ahí la dificultad para cosecharla, por lo que es necesario utilizar técnicas de tejido de cultivos para incrementar su número y cubrir las demandas del mercado, explicó la profesora.

“Requiere de polinizadores específicos o polinización manual, pero esto no garantiza el volumen que se necesita para comerciarlas”, insistió.

Actualmente, la doctora lleva a cabo experimentos de trasplantes de la orquídea en su laboratorio, en condiciones de vivero, así como en algunos árboles de la Unidad Académica de Agricultura de la UAN.

Cultivo de tejidos

El cultivo de tejidos se refiere a la obtención de partes específicas de las plantas que puedan contener células totipotentes, es decir, la capacidad para regenerar una planta completa a partir de la información genética.

La técnica de propagación de plantas manipula cualquier parte de ella: un brote, la semilla, una hoja o hijuelos, señaló Leobarda Ramírez.

“Una desventaja de esta práctica es que si uno utiliza tejidos muy pequeños compromete la supervivencia de las plantas durante el proceso de desinfección, pero también si se utiliza un explante más grande o maduro, posiblemente no prolifere”, explicó.

Finalmente, la doctora Ramírez señaló que por la vocación agrícola de Nayarit, sería necesaria la instalación de un laboratorio de cultivo de tejidos para propagar los cultivos de interés económico para el estado, pero que han mermado en productividad.

“Todos los productores tienen demandas y problemas con sus cultivos por el cambio climático, porque hay algunos que requieren de ciertas temperaturas, y una alteración en el ambiente trae consecuencias”, concluyó.

Contacto
Leobarda Guadalupe Ramírez Guerrero
Profesora e investigadora
Doctora en ciencias, recursos genéticos y productividad
Universidad Autónoma de Nayarit
[email protected]

Agencia Informativa Conacyt

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