Con base en proyecciones preliminares realizadas por la Dirección de Desarrollo Rural del Municipio de Poanas, una vez que empezó la cosecha de chile en las diferentes comunidades, se visualiza una producción exitosa ya que se plantaron 680 hectáreas, aunque esta cantidad representa alrededor del 30 o 35 por ciento que normalmente se siembran en una buena temporada.
El titular de la mencionada dependencia, René Urenda Urenda, precisó que en un ciclo amplio se pueden llegar a cultivar hasta dos mil 300 hectáreas; sin embargo, por diversos factores, sólo se pudo trabajar en la mencionada superficie, que equivale aproximadamente al 35 o 40 por ciento.
“En producción, ya comparado con el año pasado, andamos arriba del 100 por ciento, casi el doble. Ahora sí están pizcando los productores, desde esta semana. Las secadoras ya empezaron a funcionar, ellos tienen presencia del cultivo, en localidades como Villa Unión, El Refugio y Orizaba. El Potosí todavía está detenido porque todavía no hacen un buen convenio con la secadora, para ver el tema del precio”, explicó el servidor público municipal.
A pregunta expresa sobre si los cultivos se podrían dañar en caso de que se registraran algunas lluvias, refirió que este fenómeno atmosférico ya les afectó en las dos semanas anteriores en que las precipitaciones fueron constantes.
Además, indicó que cuando se registraron las lluvias más intensas, los productores “ya iban sobre la segunda floración, si se considera que el chile tiene hasta cuatro etapas en su producción. En esta ocasión, los campesinos ya iban por el segundo fruto; cuando se presentaron esas lloviznas, hasta ahí llegó el chile”, describió el informante.
Añadió que, por esas circunstancias, las plantas tendieron a “dormirse” o “morirse”, lo que provoca que los chilares pasen de verde al color rojo, de manera prematura, aunque con buena carga. Sólo hubo una detención en su ciclo de vida, concluyó exponiendo el Director de Desarrollo Rural.
El Siglo de Durango
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