La reconversión de cultivos está siendo promovida en el estado de Chihuahua como un método eficaz que busca ahorrar agua. Existen ya casos de éxito en el cambio de siembra de maíz a algodón, y de maíz a chile, donde las y los productores están optimistas con los resultados a favor obtenidos ya en su primera cosecha.
En razón de este propósito, se busca incentivar la producción del cultivo maralfalfa, como una alternativa que además de disminuir la cantidad de recurso hídrico empleado para su crecimiento, también es viable para la alimentación del ganado bovino.
Considerado un cultivo con gran potencial productivo tanto en base al volumen en base húmeda y seca, como cantidad de proteína que aportan en las regiones tropicales y sub-tropicales, la maralfalfa supera los índices de producción respecto a otras plantas; por ejemplo, se sabe que en dos cortes se dan un total de 400 a 500 toneladas por hectárea, mientras que la alfalfa otorga un máximo de 20 toneladas hasta por 7 cortes.
En Chihuahua se está buscando establecer este forraje perenne, principalmente en la zona Centro Sur y municipios de la zona Norte y Noreste; la primera cosecha, en ciertos lugares logró promediar 500 toneladas, un beneficio considerable para productoras y productores, ya que la planta tiene un crecimiento de tres centímetros diarios, sin embargo, su éxito más grande radica en que el costo de producción por kilo de forraje está en 20 centavos.
Otro de los aspectos destacados es su ahorro de agua, pues para un kilo maralfalfa son requeridos tan sólo 70 litros de agua, que significa un 50 por ciento menos de lo requerido para un kilo de alfalfa.
A nivel nutrimental, su contenido proteínico es competitivo, ya que contiene el 18 o 19 por ciento de proteína. Su aplicación no está limitada al ganado lechero, sino a cualquier tipo de ganado mayor y menor, caballos, cerdos, pollos, cabras y borregos, y ganado de carne.
Actualmente, la Secretaría de Desarrollo Rural, además de promover la siembra en varios municipios de la entidad, ha solicitado al personal técnico extensionista para analizar la posibilidad de establecer un programa o una investigación para llevar este forraje a las zonas de la Sierra Tarahumara, donde se tienen lluvias cuantiosas.
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