Además de cumplir con la función de polinizar los diferentes cultivos en varios estados, los apiarios representan una alternativa para mejorar las condiciones de vida de los campesinos, con la producción de miel y sus derivados, informó Bruno Durán Calderón, del ejido El Tunal.
No obstante, advirtió que el cambio climático es uno de los factores que impacta en forma negativa en la población de abejas, lo que se refleja en una baja en la producción de miel.
“Desgraciadamente los tiempos están cambiando mucho y ya no tenemos la misma producción de miel. Antes nos dábamos el lujo de llenar barricas, ahora cubetas y mañana quién sabe si litros”, expuso.
Hizo hincapié en el riesgo que existe para el ser humano, al momento en el que se extingan las abejas, porque al no haber polinización en los árboles y algunos cultivos, no hay producción de frutos, “ahí nos acabamos nosotros también”.
VALOR AGREGADO
Durán comentó que hay buen mercado para la miel, además que se le da un valor agregado con algunos derivados, como las perlitas, jalea real, un suplemento alimenticio (que incluye miel, almendras y otros frutos secos), jarabe con miel, propóleo, miel con nopal y cápsulas de polen.
Sobre el particular, explicó que es más efectivo consumir las cápsulas de polen, porque va directo al organismo y nos da energía.
En el caso del propóleo, dijo, es un antibiótico natural y se utiliza mucho para infecciones de la garganta, tos, un dolor de muela, entre otros padecimientos.
Las abejas utilizan el propóleo para desinfectar la colmena y además reduce la temperatura, al permitir la entrada del aire.
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