La titular de la Secretaría Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades (Sederec), Rosa Icela Rodríguez, informó que en 2017 se apoyaron 59 proyectos de personas dedicadas al cultivo de amaranto, a fin de mejorar la productividad de terrenos destinados a la siembra del producto.
Así como para el equipamiento de unidades económicas destinadas a la transformación, con el propósito de que no abandonen sus tierras, continúen preservando este cultivo nativo y lo transformen en diversos alimentos sanos, frescos y de la mejor calidad.
Detalló que, además, los recursos se utilizaron en la compra de insumos como semillas, compostas orgánicas y lombricompostas, semilleros, plásticos y herramienta para almácigos y trasplantes.
De esta manera, tamales, atoles, harina, galletas, churritos, obleas, barras, cerveza, agua y otros productos hechos con amaranto son los que comercializan las personas del campo que se dedican a la cosecha y transformación de este cultivo nativo en la Ciudad de México.
Rodríguez Velázquez afirmó que es fundamental promover el consumo de lo que se cultiva en la zona rural de la capital del país.
Agregó que al ser un cultivo de alta rentabilidad y demandado por sus propiedades nutritivas, también se apoyó a las personas productoras con la compra de material, como hornos, charolas y moldes, para aumentar y fortalecer la transformación de este cereal en diversos derivados.
Indicó que al beneficiar a las personas que se dedican al cultivo del amaranto, para la producción primaria y la transformación de este cereal, este sector genera un aumento en sus ingresos de hasta 150 por ciento.
Recordó que la Ciudad de México ocupa el cuarto lugar a nivel nacional al producir 150 toneladas de amaranto, y el primero en cuanto a transformación. Aproximadamente en 140 hectáreas de Milpa Alta, Tláhuac y Xochimilco se siembra esta semilla.
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