Huetamo, Michoacán.- A pleno sol y a nivel del Balsas, trabajaban la mañana del lunes 5 de febrero un centenar de personas en los campos labrantíos meloneros de Capeo, entre jornaleros agrícolas, recolectores, empacadores, choferes y personal técnico asistente, mientras avanzaba la mañana y camionetas cargadas del producto melón eran descargadas en un extremo de la empacadora, avanzaban por carriles especiales a las lavadoras, seguían rumbo las laboriosas manos de quienes los colocan en cajas de madera, se les coloca el sello de la casa y entran al final a un tracto camión que enseguida partirá rumbo a la Central de Abastos de la Ciudad de México; señala Virgilio Reynoso Tapia.
Según Reynoso Tapia, de común acuerdo con sus socios prepara ya la segunda cosecha de la temporada, que empezará en algunos días, y para ello se requería otra vez de provisión de semillas, todo tipo de insumos agroquímicos, fertilizantes, mangueras, hules, refacciones diversas, y para ello negociaban directamente hasta Guadalajara.
Los requerimientos que con carácter de urgente deberían llegar a Huetamo a la brevedad, mientras tanto el laborioso enjambre humano llenaba el primer tráiler del día, con 28 toneladas de fruto recién cosechado.
Los tres socios de la empacadora, el doctor Reynoso, el agricultor Godínez y el técnico don José, hablan entusiasmados de su proyecto de horticultura, de los gastos, de los embarques, de las peligrosas presencias de posibles plagas, como la mosca blanca, la misma que hace 13 años arrasara con las cosechas de melón en los valles de Huetamo y señalan que en el procesos de la siembra y cosecha del melón no hay descanso, y justo lo señalaban el 5 de febrero, fecha no laborable, para ellos pasa desapercibida frente a los compromisos que requieren atención día y noche.
Reynoso, Godínez y don José explican a la prensa que llevan ya un 60 por ciento de melón cosechado, que la temporada ha sido por demás generosa, que el producto tienen gran demanda en el mercado nacional y que en ese momento partía un camión a la Ciudad de México mientras se cargaba otro para Puebla.
A más tardar en 15 días arrancará la siembra de la segunda cosecha, en tanto preparaban 25 barras de hielo, de 150 kilos cada una, para meterlo ya escarchado al camión que en un promedio de 12 horas debe llegar a su destino.
Cambio de Michoacán
