Ruta Patrimonial del Nopal, opción turística en Milpa Alta

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Ciudad de México.- Cultura, fiesta, danza, arquitectura virreinal, revolucionaria y tradición náhuatl conforman la Ruta Patrimonial del Nopal, Sabores y Colores de Milpa Alta, la cual forma parte de la gran variedad de lugares turísticos en la zona sur de la Ciudad de México, una de las delegaciones rurales.

En este recorrido, los visitantes pueden conocer ocho de los 12 pueblos productores de nopal, verdura de la que esta región concentra la mayor cosecha en la capital del país, con 300 mil toneladas al año, lo que convierte a la capital del país en la segunda entidad generadora a nivel nacional, sólo después de Morelos.

De acuerdo con la Secretaría de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades (Sederec) del gobierno capitalino, en la Ciudad de México se cosechan 254 mil 610 toneladas de esta verdura, en una superficie de dos mil 918 hectáreas, la cual se consume de muchas formas y es parte de la dieta de los mexicanos.

México es el principal productor mundial y se exporta a países como Alemania, Bélgica, España, Francia, Honduras, Inglaterra, Estados Unidos y Suiza.

La ruta turística tiene como objetivo promover esta zona rural capitalina, productora de este ancestral alimento incluye a los pueblos de San Juan Tepenáhuac, Villa Milpa Alta, San Pedro Atocpan y San Pablo Oztotepec.

En los ejidos de San Juan Tepenáhuac en el pueblo del mismo nombre, se localizan las Cabañas Cruz de Piedra, que ofrecen un lugar apacible rodeado de naturaleza en el corazón de la delegación Milpa Alta. Además del servicio de hospedaje, cuentan con temazcal relajante y salón de usos múltiples.

También se encuentra el Centro de Educación Ambiental Tepenáhuac (CEAT), un espacio impulsado por los ejidatarios del pueblo, con el objetivo de conservar y difundir su tradición agrícola.

Está situado en un espacio privilegiado, rodeado de áreas de producción, flora y fauna endémica. Ofrece senderismo por nopaleras, visita guiada por parcelas de nopal, maíz y maguey; talleres ambientales y artesanales; renta de palapas y campismo.

Los interesados en conocer el corazón agrícola de Milpa Alta pueden llegar al centro del Pueblo San Juan Tepenáhuac y de ahí trasladarse a dicho centro.

Mientras que, en Villa Milpa Alta se encuentra el Centro de Acopio Nopal Verdura, donde los se pueden encontrar nopales al mayoreo y menudeo, de tamaño cambray, mediano y grande, así como una gran cantidad de frutas y verduras frescas recién cosechadas.

En la Ruta de la Milpa Sabores y Colores en San Pedro Atocpan, se pueden visitar las nopaleras, apiarios, procesadoras de mole, monumentos históricos y temazcales, entre otros atractivos.

La medicina tradicional y herbolaria también son una herencia de los pueblos de Milpa Alta; esta alternativa curativa se utiliza para la sanación integral del cuerpo y el “alma”, a través de baños de temazcal, masajes, armonizaciones y limpias.

En San Pablo Oztotepec se puede admirar el Museo Cuartel Zapatista, recinto comunitario que alberga una exposición permanente sobre el zapatismo en los pueblos de Milpa Alta, acervo de libros, exposiciones temporales y una sala de vida cotidiana, ubicado en Andador Galeana y Gólgota s/n, Barrio San Miguel.

De acuerdo con el libro “La grandeza del nopal. Identidad y orgullo nacional. Recetario de Milpa Alta para el mundo, el nopal o nopal tunero es una planta muy común en México, y está relacionado directamente con nuestra cultura.

El nopal está en el inicio de la civilización Azteca, pues significó el final del peregrinaje de los nahuas. Hoy forma parte del origen de la identidad de los mexicanos y del escudo nacional.

En Milpa Alta, el cultivo del nopal verdura se inició en 1938, “fue introducido por el señor Florentino Flores Torres del barrio de la Concepción, quien empezó a experimentar en ese cultivo, éste observó que la nopalera producía ganancias y requería menos cuidado y tiempo que otros cultivos, comenzando a crecer la superficie sembrada con nopal verdura (Opuntia ficus-indica).

Fue en las últimas cuatro décadas del siglo pasado (sic), que los milpaltenses encontraron en la producción de nopal un cultivo mucho más rentable, sustituyendo al maguey pulquero, maíz, frijol, haba, chícharo y avena forrajera, según informan los vecinos de la región de Milpa Alta, por lo que la superficie destinada al cultivo del nopal verdura, se incrementó considerablemente.” (González, 1976, citado por INEGI, 2007:4)

En la actualidad, en Milpa Alta, principal delegación en cultivar nopales, la mayoría de los productores siembra la verdura de manera orgánica y la que no puede ser comercializada la aprovechan como abono para la tierra.

Para este modo productivo se elabora abono a base de los nopales y de los desechos de animales de granja, lo que genera una tierra más sana y productiva que permite tener una cosecha inocua.

Para ello, recurren al motocultor, el cual les ahorra tiempo, pues antes dedicaban hasta 10 días para picar el nopal y revolverlo con la tierra y el desecho orgánico; ahora sólo invierten de una a dos horas para hacer ese trabajo en una parcela de aproximadamente una hectárea.

La Sederec promueve además del turismo patrimonial, el alternativo en la zona rural de la Ciudad de México con la Ruta Ecoturística Tláhuac, la Ruta Patrimonial de las Flores en Xochimilco y la Ruta Verde del Ajusco Tlalpan, así como en Álvaro Obregón, Cuajimalpa, y La Magdalena Contreras.

NTX

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