En este artículo tocamos el tema del cultivo de jitomate o tomate rojo y aprenderemos cómo sembrar, plantar y cultivar jitomate en casa y será una buena referencia para saber cómo tener nuestro propio huerto urbano.
Contenido
Generalidades
El tomate rojo o jitomate Solanum lycopersicum (o su denominación anterior Lycopersicum esculentum Mill., que aún es ampliamente utilizada), pertenece a la familia Solanaceae.
Se le denomina también jitomate por el náhuatl xictli ‘ombligo’ y tomatl ‘tomate’.
Es una planta herbácea cuyo hábito de crecimiento puede ser determinado o indeterminado y, sobre esta base, ser cultivada de diversas formas, planificándose la cosecha según objetivo, encontrándose producciones destinadas a procesos industriales o a consumo fresco, siendo esta última la de mayor diversificación productiva, debido a que el tomate puede ser cultivado en una alta gama de condiciones durante todo el año. Sin embargo, hay que tener en cuenta que las heladas y el calor excesivo pueden dificultar su buen desarrollo en esas épocas, especialmente en aquellos cultivos establecidos al aire libre.
Dentro de la horticultura mundial, el cultivo de tomate es uno de los rubros con mayor dinamismo.
🍅Variedades
En las siguiente imágenes se encuentran las variedades más comunes que podemos encontrar en los mercados y tiendas de autoservicio.
Nombre y características | Fotografía |
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Jitomate saladet
Su forma es ovalada, puede medir entre 6-10cm dependiendo de la variedad. |
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Jitomate bola
Es un fruto redondo aproximadamente de 8cm de diámetro o mayor. |
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Jitomate cherry
Su forma es esférica de color rojo, con un diámetro aproximado de 2cm. |
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Jitomate uva
El fruto es ovalado pequeño, aproximadamente de 2-3cm de largo |
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Tomatillo o tomate de cascara
Esta variedad está rodeada de una cáscara delgada. Su tamaño puede ser entre 3-5cm de diámetro. |
🌱Siembra y trasplante
La rusticidad de la planta de tomate, permite que sea poco exigente a las condiciones de suelo. Sin embargo, debe tener un buen drenaje. Aunque se produce en una amplia gama de condiciones de clima y suelo, el tomate prospera mejor en climas secos con temperaturas moderadas.
El tomate es una especie de estación cálida y su temperatura óptima de desarrollo varía entre 18 y 30°C. Por ello, el cultivo al aire libre se realiza en climas templados. Temperaturas extremas pueden ocasionar diversos trastornos, ya sea en la maduración, precocidad o color.
Para la siembra debemos usar un semillero o contenedor de unos 10cm de profundidad, puede ser una caja de zapatos, huacal pequeño o maceta, asegúrese de que tenga pequeños orificios en el fondo. El suelo debe de tener una buena consistencia, puede utilizar una mezcla de tierra negra con tierra de hoja cernida. También puede buscar tierra para semillero o siembra. Siendo que las semillas son pequeñas, es importante que el suelo no esté demasiado poroso y puedan hundirse. Humedezca el semillero antes de sembrar.
La semilla del jitomate es pequeña (aproximadamente 0.5cm), plana y de color café claro. Ya que tenemos nuestro semillero listo, debemos hacer pequeños hoyitos a unos 5-6cm de distancia. La profundidad es de 3 veces el tamaño de la semilla, aproximadamente 0.5-1cm. Si va a sembrar distintas variedades de jitomate, etiquete su semillero, así podrá saber el orden en el trasplante. Cubra las semillas con suelo y riegue cuidadosamente con una regadera para no sacar las semillas. Otra opción es cubrir el semillero con una hoja de periódico, así podrá mantener el calor y el riego será más fácil. Mantenga su semillero dentro de casa y que le de alrededor de 4-5 horas de sol.
Las plántulas comienzan a germinar aproximadamente a la semana o dos de siembra. Si utilizó el periódico, debe retirarlo en cuanto aparezcan las primeras plántulas. Mantenga su semillero siembre húmedo, probablemente tenga que regar su semillero una o dos veces al día dependiendo de la temperatura. Las primeras hojas de la plántula u hojas falsas serán delgadas y largas, después aparecerán las hojas verdaderas. Las plántulas estarán listas para el trasplante cuando tengan unos 10 cm de alto.
Antes del trasplante, debe preparar las camas de cultivo o contenedores donde colocará sus plantas. Puede utilizar contenedores con una profundidad mínima de 50 cm, como una caja de plástico o huacal con pequeños hoyos en el fondo. Tome en cuenta que las plantas son altas y necesitan un buen soporte y tutoreo. Si va a trasplantar en camas de cultivo, prepare su suelo aflojándolo con un bieldo. Aplique una capa de 3-5cm de composta, incorpore y nivele un poco el suelo. La distancia entre planta es de aproximadamente 50cm. Si está utilizando cajas de plástico (60cm) puede colocar dos plantas de jitomate.
Prepare los hoyos en la tierra, la profundidad dependerá del tamaño de la plántula (5-10cm). Para trasplantar, debemos sacar con cuidado las plántulas del semillero, trate de no lastimar las raíces. Si las raíces están muy enroscadas, con la mano suéltelas un poco. Coloque la plántula en el hoyo y cubra hasta que las primeras hojas u hojas falsas estén cubiertas a ras de suelo. Presione un poco el suelo alrededor para darle estabilidad a la plántula y riegue inmediatamente. Si hay probabilidad de helada o temperaturas muy frías (menos de 5°C), cubra sus plantas con agribón.
👨🌾Tutoreo
Al tercer día del transplante se procede a la colocación de los tutores, que son atados a los plantines.
La colocación temprana evita que los plantines se debiliten por el movimiento causado por los vientos y se evita lesionar a las raíces en forma considerable si esto se realiza más tarde, perjudicando el crecimiento de las plantas.
La altura de los tutores es muy importante y deben medir como mínimo 2,20 m para las variedades de crecimiento indeterminado y 1,50 m para las variedades de crecimiento determinado.
Se debe utilizar cintas de plástico con tratamiento UV a fin de no lastimar a las plantas, el uso de hilo de algodón o tipo ferretería no es recomendado porque causa lesiones a la planta.
Colocar un tutor o varilla de tacuara al lado de cada planta y sujetar con alambre, que va tensado por los postes de ambos extremos de la hilera.
✂️Poda
La poda es una práctica cultural utilizada para obtener plantas equilibradas y vigorosas, y a su vez buscar que los frutos no queden ocultos entre el follaje y mantenerlos aireados y libres de condensaciones. Sin embargo, la poda no debe ser excesiva, ya que los excesos de radiación solar pueden provocar en el fruto el llamado “golpe de sol”, afectando negativamente a su calidad, además de que la eliminación de mucha área foliar supone una reducción de la cosecha tanto mayor, cuanto mayor es el nivel de defoliación. En el cultivo de jitomate se realizan diferentes tipos de poda, los más importantes se describen a continuación:
Poda de brotes laterales
Esta actividad consiste en la eliminación manual de los brotes que se desarrollan en la base de las axilas de las hojas del tallo principal; se lleva a cabo cuando los brotes alcanzan una longitud entre 3 y 5 cm.
Poda de hojas
Consiste en eliminar hojas maduras y en caso necesario, hojas que todavía están en actividad fotosintética. La práctica inicia con la eliminación de las hojas más viejas y preferentemente se deben de eliminar entre dos y tres hojas por semana, se realiza en forma manual o bien utilizando tijeras previamente desinfectadas.
Poda de frutos
Se realiza con el objeto de homogeneizar y aumentar el tamaño de los frutos, así como también para obtener frutos de mayor calidad comercial. Consiste en eliminar frutos inmaduros, mal posicionados, que presenten algún daño de insectos, frutos deformes o aquellos que tienen un tamaño pequeño.
Poda del ápices o despunte
Esta práctica consiste en eliminar la yema terminal en las plantas para que no exista más crecimiento de la planta, es conveniente dejar de dos a tres hojas arriba del último racimo. La finalidad es manejar el número de racimos y la duración del ciclo, pero sobre todo para controlar los ciclos de producción y planear los siguientes. Se realiza una vez que se ha definido el número de racimos por planta, que se pretende cosechar.
😌Cuidados
- Asociación de plantas. Los jitomates pueden asociarse con una gran cantidad de plantas. Tomemos en cuenta que los jitomates crecen verticalmente, por lo que podemos utilizar plantas medianas y pequeñas al frente. Algunas plantas que podemos utilizar son zanahoria, albahaca, cebollín, cebolla, perejil, orégano, mastuerzo, apio, caléndula, sorrel y lechuga. No debemos cultivar nuestro jitomate cerca de la papa (es de la misma familia botánica del jitomate y sus raíces pueden interferir con el crecimiento), hinojo y cualquier planta de la familia brasica (col, coliflor, brócoli, kale, entro otros).
- Mantenga húmedo el suelo, un exceso puede causar enfermedades. Evite mojar las hojas.
- Quite las malezas o mala hierba alrededor de sus plantas, así no habrá una competencia por nutrientes, ni atraerán plagas a la planta.Quite las hojas viejas o amarillas de la planta.
- Puede fertilizar sus plantas con composta cada dos o tres meses.
👍Manejo integrado de plagas
El manejo integrado de plagas del cultivo de tomate es la combinación de diferentes estrategias, con el propósito de manejar de forma más racional las plagas.
La filosofía de este manejo es la convivencia con las plagas en niveles que no afecte al cultivo por lo que reviste de mucha importancia la realización de muestreos con el objetivo de eficientizar las estrategias de control.
Fechas de siembra
La elección de la fecha de siembra, permite desfasar los periodos susceptibles del cultivo con los picos de población de plagas, reduciendo de este modo los daños; por ejemplo, sembrar tomate a la salida del invierno favorece el escape al ataque de mosca blanca debido a que por las condiciones climáticas imperantes en ese momento las poblaciones de mosca blanca son bajas.
Selección de semilla
Se recomienda sembrar variedades resistentes o tolerantes a plagas y enfermedades con el objetivo de disminuir las aplicaciones de plaguicidas.
Densidad de siembra
La densidad de siembra influye en la competencia entre el cultivo y las malezas. También puede modificar el microclima del suelo, logrando de esta manera prevenir algunas enfermedades producidas por hongos y bacterias. Los distanciamientos, entre surco, recomendados son de 1.50 x 0.50 en la época lluviosa y 1.20 x 0.50 en la época verano.
Aporco
Los aporcos no sólo destruyen malezas, sino también contribuyen a prevenir ciertas enfermedades, ya que alejan el surco de riego del cuello de las plantas. Con los aporcos se dificulta el acceso de inóculo de algunos hongos y bacterias que son dispersados por el agua, como por ejemplo los agentes causantes de la marchitez, Fusarium oxysporum y Ralstonia solanacearum (sinónimo Pseudomonas solanacearum).
Sin embargo, hay que tener en cuenta que un mal aporco puede dañar la planta y permitir que haya ingreso de patógenos.
Rotación de cultivos
La siembra continua de un mismo cultivo tiende a concentrar plagas en el terreno, por lo que es conveniente programar la secuencia de siembra de diferentes especies, para romper o alterar los ciclos de vidas de las plagas; por ejemplo, la rotación de cultivos con leguminosas reduce la reinfestación de Spodoptera frugiperda; la rotación con maíz disminuye el inóculo de marchitez bacterial (Ralstonia solanacearum).
Cultivos intercalados
La intercalación de cultivos juega un papel importante en el control de plagas, contribuye con la eliminación de malezas, mejor uso de los nutrientes del suelo y mejora la productividad por unidad de superficie.
Esta práctica se realiza intercalando el cultivo principal con algunas plantas repelentes como la flor de muerto, ajenjo, albahaca, mejorana, menta, salvia. También puede intercalarse con otros cultivos para repeler plagas, y la asociación favorable puede ser con: cebolla, perejil, espárrago y zanahoria.
🐛Plagas y enfermedades
El jitomate es una de las hortalizas que son invadidas por una mayor diversidad de patógenos; los principales agentes causales son bacterias, hongos, virus y 31 nematodos.
Enfermedades que de no ser prevenidas o tratadas a tiempo, llegan a originar daños severos al cultivo y en ocasiones se llega a la pérdida total del mismo.
Minador (Liriomyza spp.)
Esta pequeña larva crea galerías en las hojas de las plantas. Para controlar esta plaga, podemos aplastar la larva con nuestros dedos, cuidando de no romper la hoja, o quitándola.
Mosca blanca (Bemisia tabaco)
Es un insecto muy pequeño que transmite enfermedades a las plantas. Al volar, parece un polvo blanco.
Pulgón
Se alimentan de la savia de la planta y pueden causar enfermedades. Si no se controla este problema, podemos llegar a perder nuestra planta.
Para el control, lavar las hojas con agua y jabón biodegradable (elimina el exceso de las hojas ya que puede afectarlas) o alguna solución que contenga neem. Es importante considerar a los depredadores naturales de los pulgones como las catarinas que son atraídas por flores y se hospedan en algunas plantas de nuestro jardín.
Trips (Frankliniella occidentalis)
Este pequeño insecto transmite enfermedades a las plantas.
Larvas, también conocida como oruga. Fase juvenil de los insectos que realizan metamorfosis. Durante esta etapa, su anatomía y fisiología es diferente a la del adulto.
Araña roja (Tetranychus spp.)
Estos insectos miden alrededor de 1mm y se alimentan de la savia de la planta, causan manchas rojas en las hojas y puede transmitir enfermedades.
Cenicilla u oidio (Leveillula taurica)
Es un hongo que forma un polvo blanco en las hojas, esto sucede por exceso de humedad y si las hojas se mojan. Una manera de combatirlo es que les dé el sol a las plantas.
Mildiu (phytophtora infestans)
Este hongo forma manchas verde claro y oscuro que después se vuelven necróticas (negras). Para su control debemos retirar las hojas afectadas, colocarlas en una bolsa y tirarlas.
Pudrición del fruto, la parte inferior del jitomate es color negro. Esto generalmente sucede por una deficiencia de calcio. Podemos colocar cascaron de huevo triturado alrededor de la planta e incorporarlo al suelo.
Grietas en los frutos, esto sucede cuando hay un cambio fuerte de temperatura o los riegos son irregulares.
🚜Cosecha y Almacenamiento
Al momento de la cosecha se debe considerar el grado o índice de madurez. Se distinguen dos tipos de madurez: la fisiológica y la comercial.
La primera se refiere cuando el fruto ha alcanzado el máximo crecimiento y maduración. La segunda es aquella que cumple con las condiciones que requiere el mercado.
Cuándo cosechar
Para la industrialización, el tomate debe madurar completamente en la planta. Para el mercado de consumo fresco, el tomate se cosecha en su etapa verde maduro o pintón, a fin de reducir las pérdidas por cantidad y calidad, ocasionadas por un transporte deficiente y manejo inadecuado.
La recolección debe ser efectuada cuando está exento de humedad procedente del rocío o de la lluvia, porque ella favorece la descomposición y putrefacción. Se recomienda también cosechar en horas frescas y mantener los tomates en lugares sombreados.
Cómo cosechar
Esta actividad se debe realizar con gran cuidado para evitar producir daños en los frutos que, aunque no sean notorios visualmente, constituyen el origen de altos porcentajes de pérdidas que se manifestarán como:
- Infección por microorganismos que producirá podredumbre.
- Aumento en la actividad respiratoria y en la emisión de etileno que provocarán la aceleración en el proceso de maduración.
- Disminución del peso por pérdida de agua.
- Modificación de la textura por daños internos.
La cosecha del tomate se puede hacer en forma manual o mecanizada. La mecanizada se utiliza más en los países desarrollados, principalmente para cosechar tomates destinados al procesamiento industrial.
La recolección manual consiste en desprender el fruto del resto del racimo, operación que se puede hacer por fractura del pedúnculo a nivel de la unión con el cáliz o mediante torsión o giro, de forma que el fruto quede libre de éste.
También se usan tijeras para cosechar manualmente algunas variedades de tomate de mesa, que son muy grandes y su textura es poco resistente, con el propósito de evitar daños posteriores en la calidad, debido a las marcas o huellas dejadas en la superficie por la presión ejercida para separarlas de las plantas.
El tomate para consumo en fresco se puede cosechar con pedúnculo o sin él, dependiendo de las preferencias de los mercados.
Una vez cosechados se deben depositar cuidadosamente en baldes u otro tipo de recipientes como cestas o jabas poco profundas y con superficies lisas para evitar daños por abrasión y compresión; luego se vierten sobre sacos extendidos en el suelo, bajo la sombra de árboles o ramadas construidas para proteger la cosecha de los rayos solares directos. Es aquí donde el intermediario hace la clasificación y llenado de cajas de 25 kg de capacidad.
Es necesario dedicar la máxima atención en las operaciones de recolección y trasiegos, ya que éstas son consideradas como las que provocan mayor cantidad de daños internos por magulladuras.
Almacenamiento
La temperatura de almacenamiento frigorífico de los tomates varía en relación al grado de madurez en que se han cosechado.
El tomate cuando ha llegado a su madurez fisiológica se puede almacenar a temperaturas entre 12 y 15º C, cuando se desea retrasar la maduración temporalmente; períodos prolongados en estas condiciones afectan el color y sabor cuando los frutos maduran. No se recomienda almacenar el tomate en estado de desarrollo (madurez fisiológica) a temperaturas menores de 10ºC, porque sufre daño, que se caracteriza por el desarrollo de una maduración lenta y anormal.
Cuando se requiere abastecer el mercado, el tomate se saca de las condiciones del almacenamiento que se han descrito, y se somete al proceso de maduración, que consiste en colocarlo a temperatura entre 15 y 18º C, hasta que los frutos se tornan rojos. La maduración se puede acelerar utilizando gas etileno durante 24 a 72 horas dependiendo del estado de madurez.
Los frutos parcialmente maduros, se almacenan a temperaturas entre 10 y 12ºC, los maduros firmes entre 7 y 10ºC y los completamente maduros entre 2 y 4ºC por pocos días, puesto que estos pierden rápidamente firmeza, aroma y sabor. Los tomates se deben almacenar en condiciones de alta humedad relativa entre 85 y 95%. Si la humedad relativa es menor del 80%, se produce deshidratación del fruto con pérdida de calidad por marchitez y cuando es mayor del 95% favorece las pudriciones.
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