México importa 95% de su consumo de soya, lo cual cuesta al país 1,800 millones de dólares, de acuerdo con los resultados de un estudio.
El investigador del Programa de Oleaginosas Anuales del Instituto la Agricultura Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), Nicolás Maldonado Moreno, detalló que la demanda de esta oleaginosa en México es de cinco millones de toneladas, entre grano y subproductos, mientras que la importación es de cuatro millones 750,000 toneladas, con una tendencia a crecer.
Explicó que por diversos factores, que tiene que ver con clima, escasez de agua, cambios de mercado y competitividad, el cultivo no ha aumentado y la producción nacional representa apenas entre 5.0 y 8.0%, lo cual equivale entre 330,000 y 450,000 toneladas al año.
Reconoció que el país produce muy poco, pero hay potencial para cultivar más del 600,000 hectáreas en estados del trópico en la región huasteca, sur de Tamaulipas, oriente de San Luis Potosí, norte de Veracruz, la Península de Yucatán y también en Jalisco y Nayarit, entre otros estados.
Expuso que debido a la diversidad de clima en México, si es posible en cuatro o cinco años incrementar la producción de soya a 500,000 o hasta un millón de toneladas, porque en años pasados se llegó a cosechar 750,000 toneladas.
Lo que se requiere, expone en el estudio, es articular políticas y apoyos para la siembra de soya, porque tiene precio, demanda y hay tecnología.
Para ello se necesita capacitar al productor, crédito, maquinaria y buenos proveedores, dijo el especialista, quien refirió que a través del Sistema Producto Oleaginosas se ha propuesto modificaciones en Ley de Desarrollo Rural Sustentable, para que se considere un cultivo básico y de este manera pudiera tener apoyos o precio de garantía, lo cual ayudaría y daría seguridad al productor.
Recordó que México es muy demandante de la semilla o grano de soya debido a que ésta contiene 40% de proteína y 20% de aceite vegetal que sirve para cocinar los alimentos.
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