Comparten India y México experiencias exitosas de política pública de tránsito agroecológico

El desarrollo de políticas de fomento a la agricultura sustentable en el mundo muestra resultados positivos integrales en materia de productividad, reducción de costos, mejora de ingresos, restauración de suelos y freno en contaminación de agua y aire, así como cosechas de alimentos sanos, lo cual evidencia que este es el camino que obligadamente debemos seguir, afirmó el subsecretario de Autosuficiencia Alimentara de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Suárez Carrera.

“La agricultura sustentable es el camino de reconciliación con la naturaleza, que pone en el centro los derechos de la personas, familias y sociedades”, destacó al participar en la conferencia 17 del ciclo “Autosuficiencia alimentaria e innovación tecnológica con prácticas sustentables”, que organiza Agricultura.

En la conferencia “Prácticas agrícolas sustentables en la India y en México; intercambio de experiencias con Producción para el Bienestar”, el asesor del Departamento de Agricultura de Andhra Pradesh, Shri Vijay Kumar, habló de la política de agricultura natural que aplican desde 2016 en ese estado costero de la India, que es responsable de la producción de arroz que consume este país, y donde también se siembra maíz, cacahuate, chícharo bengalí, lentejas, algodón, legumbres, caña de azúcar y cebolla, entre otros, que se cultivan en ocho millones de hectáreas en manos de seis millones de productores de pequeña escala.

Andhra Pradesh suma 50 millones de habitantes, 62 por ciento de los cuales están insertos en actividades agrícolas, externó.

El funcionario indio dijo que esta política inició con 40 mil 656 productores y ahora son casi 700 mil (en tres mil pueblos y 190 mil hectáreas), y los resultados positivos en campo hacen que cada vez más agricultores se sumen en este esquema.

Detalló que los productores involucrados en agricultura natural preparan sus insumos con recursos locales, lo que conlleva a la soberanía campesina y de nueve cultivos siete registran incrementos de productividad, como, por ejemplo: chícharo negro, 23 por ciento, y arroz, 5.8 por ciento, que es el cultivo más importante en términos sociales y culturales.

Asimismo, agregó, los productores presentan reducción de costos de hasta 36 por ciento, en algodón, y 19.2, en arroz. Y se registra alza de ganancias netas para los campesinos en los nueve cultivos: de hasta 361 por ciento, en chícharo rojo; 165 por ciento, en algodón, y 65.7 por ciento, en arroz.

“Tenemos más comida saludable y nutritiva; se observa una migración de regreso hacia las comunidades rurales; hay mejora en la salud de los suelos, se preservan limpios los cuerpos de agua; se regeneran los ecosistemas costeros, y estamos protegiendo nuestra biodiversidad”, comentó el también vicepresidente ejecutivo de la Asociación Agricultura Natural Gestionada por la Comunidad de Andhra Pradesh (APCNF).

El funcionario previó que en 2027 los seis millones de agricultores de Andhra Pradesh participarán en esta política pública y dejarán lo que ha sido la revolución verde, proceso que duró seis décadas en la India.

El director general de Logística y Alimentación de la Secretaría de Agricultura, Héctor Robles, expuso la Estrategia de Acompañamiento Técnico (EAT) del programa Producción para el Bienestar (PpB), la cual induce o fortalece prácticas agroecológicas, con el uso de recursos locales para la elaboración y el uso de bioinsumos, como compostas, lombricomposta, lixiviados, preparados de microorganismos, bioles y otros.

Indicó que suman ya 30 mil productores atendidos en las 23 regiones donde se desarrolla la EAT y los resultados se están observando en campo; por ejemplo, en visita reciente a comunidades de Oaxaca se observó el caso de productores que tenían rendimientos de 800 kilos de maíz por hectárea y ahora superan las dos toneladas y tienen el potencial de aumentar todavía más su rendimiento, en la medida en que los suelos se vayan recuperando.

Esos productores han dejado de usar agroquímicos y están registrando mayor rendimiento, menos costos, plantas y suelos más saludables, cultivos sanos para la familia campesina y el mercado. En sus comunidades, antes algunos los denominaban “locos” y ahora les dicen “innovadores” y empiezan a sumarse a su esquema productivo.

Refirió que la EAT involucra a productores de pequeña y mediana escala (con predios de hasta 20 hectáreas cada uno), los cuales representan 93 por ciento del total de cinco millones de unidades de producción agrícola del país.

A estos agricultores se les soslayó en las políticas de fomento agrícola del pasado, pues se les consideraba “infuncionales e improductivos”. Ahora son el foco de atención del Gobierno de México, subrayó.

“Los vemos como sujetos de derechos y con muchos atributos y cualidades; ellos generan el 54 por ciento del valor de la producción agrícola nacional y 85 por ciento del empleo agrícola es pagado por ellos; estos productores cosechan las principales materias primas que se exportan, como café, aguacate y cebada (base de la cerveza); son cuidadores de la biodiversidad y son responsables de los cultivos que utiliza la cocina mexicana, patrimonio de la humanidad”, señaló.

Héctor Robles destacó que la EAT de PpB tiene sustento en la urgencia de revertir los problemas ambientales que generó la revolución verde; “debemos cambiar nuestra forma de producir y por eso apostamos a la transición agroecológica; debemos reconocer los problemas ambientales pues de otra forma la naturaleza nos lo va a cobrar”, dijo. Hoy 62 por ciento de nuestros suelos sufre degradación, hay un problema generalizado de sobreexplotación y contaminación del agua, y enfermedades asociadas, agregó.

Destacó que en la EAT es fundamental el respeto al productor, y por eso el acercamiento de coordinadores y técnicos agroecológicos y sociales es diferente a gestiones pasadas.

Ahora, indicó, se establece un diálogo de saberes con el productor y en el campo se aplica una mezcla de conocimientos campesinos y científicos. Todo ello cuenta con una cooperación interinstitucional, donde participan las secretarías de Medio Ambiente, Bienestar, Salud y Educación e instancias federales como la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio).

El director del Proyecto Agrobiodiversidad Mexicana de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad, de la Conabio, Vicente Arriaga, comentó las dos conferencias, y subrayó el hecho de que actualmente las políticas públicas para el campo tengan una visión holística y que consideren el bienestar social.

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