Con el objetivo de promover el manejo de plagas con técnicas sustentables, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural apoya a productores de frutillas para que instalen laboratorios reproductores del parasitoide Trichopria drosophilae, enemigo natural de la mosca del vinagre de alas manchadas (Drosophila suzukii).
A través del Centro Nacional de Referencia de Control Biológico del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) se han desarrollado de 2018 a la fecha cinco talleres teórico-prácticos de transferencia tecnológica.
En ellos se capacitó a alrededor de cien técnicos y productores de frutillas, procedentes de entidades como Colima, Jalisco, Michoacán, Guanajuato y Baja California, indicó el Senasica.
El organismo desconcentrado de la Secretaría de Agricultura resaltó que también se impartió capacitación para el establecimiento de laboratorios.
A la fecha se han concretado cuatro: en Ciudad Guzmán, Jalisco en la empresa Berrymex; en Talpa, Jalisco, de la empresa Grupo Ojo Zarco; y dos más en Baja California, del grupo Berrymex, en Ensenada, y del Comité Estatal de Sanidad Vegetal del estado.
El Senasica entregó a los productores pies de cría del parasitoide y personal técnico les brindó asesoría, con lo cual los laboratorios ya operan para autoabastecer sus predios y controlar la plaga.
Otra actividad de transferencia de tecnología es la producción de documentos científicos de referencia para la comunidad técnico-científica interesada.
Se han publicado siete artículos relacionados con el desarrollo de tecnología de control biológico de la Drosophila suzukii a través del aprovechamiento de parasitoides locales.
La Drosophila suzukii es un insecto originario del sudeste asiático que ha invadido países de América y Europa. A diferencia de otras moscas del vinagre que se alimentan de fruta podrida, esta lo hace del fruto temprano, durante la etapa de maduración.
Ataca principalmente a frutas de cáscara blanda y de tonos rojizo como fresas, cerezas, arándanos, frambuesas, moras, ciruelas y melocotones, entre otras.
Las larvas se alimentan de la pulpa de la fruta. A los pocos días de infestada se colapsa, es invadida por bacterias y hongos secundarios y pierde su valor comercial, por lo que es considerada una plaga altamente perjudicial.
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