La industria avícola nacional representa uno de los sectores estratégicos para la alimentación en México, al significar 28.5 por ciento de la producción nacional pecuaria, con un consumo per cápita anual de 34.2 kilogramos de pollo, 23 kilogramos de huevo y 1.3 kilogramos de pavo, afirmó el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Villalobos Arámbula.
Este sector productivo brinda a las familias mexicanas una fuente excelente de nutrición, apoya a la economía familiar al ser una proteína asequible, altamente versátil y que contribuye a las metas de autosuficiencia alimentaria, pues se tiene acceso a esta en todo momento, subrayó durante el 55° Congreso Nacional de Avicultura 2021.
En mensaje virtual, el titular de Agricultura destacó que, como resultado del trabajo coordinado, se espera que el volumen de producción de carne de ave para finales de este 2021 sea de 3.65 millones de toneladas, 2.0 por ciento más que en 2020, y el huevo para plato de 3.05 millones de toneladas, 1.1 por ciento más que en el año pasado.
Con estas cifras, indicó que México se encuentra posicionado en el ranking mundial como el sexto productor de carne de ave, con Veracruz, Querétaro, Aguascalientes y Jalisco como principales entidades productoras, y en cuarto lugar en el caso de huevo para plato, con Jalisco, Puebla, Sonora y Yucatán al frente.
Resaltó que en México las unidades avícolas para carne de pollo son de las más intensivas del mundo, y consideró que el sector tiene el reto de incrementar la parvada para generar volúmenes de carne en alrededor de 500 mil toneladas adicionales por año.
Estas cifras de producción, dijo, constatan que el sector avícola ha demostrado ser resiliente ante las adversidades, sobre todo las derivadas de la COVID-19, pues, pese a ello, los avicultores continuaron ampliando su producción, adaptándose y desarrollando nuevas líneas de negocio que les permitió abastecer la demanda de los hogares mexicanos.
Puntualizó que actualmente se aplican múltiples mecanismos de sanidad e inocuidad en la industria avícola, como el reforzamiento de medidas de bioseguridad en las unidades de producción; el seguimiento a la influenza aviar con la aplicación de mecanismos de control para evitar su propagación, contar con ocho entidades con estatus sanitario libre de influenza y 21 entidades con escasa prevalencia, y la certificación y la aplicación de Buenas Prácticas de Producción Avícola, entre otras.
En la atención al sector, dijo, el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA) tiene el mandato de trabajar de la mano con la industria avícola nacional para potenciar la productividad del país, abastecer la demanda interna y garantizar la calidad e inocuidad de los alimentos que llegan las mesas de los mexicanos y mexicanas.
Precisó que la industria avícola, al ser un consumidor importante de granos, en específico de maíz y sorgo, permite a su vez el crecimiento de otros sectores de la agricultura y generar mayor número de empleos directos e indirectos.
En materia de sostenibilidad, abundó, la avicultura representa un buen ejemplo de “economía circular” y una oportunidad de desarrollo alimentario y medioambiental, ya que permite recuperar gran parte de los residuos que resultan de todos los procesos de producción, y se reutilicen en el procesamiento de alimentos para otras especies animales.
“Hoy por hoy, los sistemas alimentarios de proteína proveniente de aves también contribuyen a alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible, promoviendo buenas prácticas que reflejan el cuidado de los recursos, salud integral, resiliencia e impacto positivo en la productividad y todo esto basado en ciencia, a través de la innovación y trasferencia de tecnología, sin dejar de lado las cualidades y atributos de la calidad del producto”, destacó.
Villalobos Arámbula convocó a la unidad de la avicultura nacional y a trabajar de manera coordinada tanto los sectores público-privado, los tres niveles de gobierno, academia, centros de investigación y nutrición, así como productores, con la aportación de capacidades para obtener, día con día, proteína accesible y sin distinción para toda la población y con ello contribuir al bienestar del pueblo de México.
En esta labor, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural acompañará al sector avícola, con bienes y servicios públicos, así como con los instrumentos de política pública necesarios para el sostenimiento y crecimiento de este subsector, apuntó.
El presidente de la Unión Nacional de Avicultores (UNA), Juan Manuel Gutiérrez Martín, aseguró que, con las medidas y trabajo en el sector, se mantendrá un ritmo de crecimiento promedio de 1.7 por ciento respecto a 2019, con 6.5 millones de toneladas de productos avícolas, y para este 2021, con la apertura de la economía, se estima que la industria crezca 3.5 por ciento.
Con estos números podemos demostrar una vez más la fortaleza e importancia del sector avícola mexicano. “Hoy puedo decir orgullosamente que los avicultores hemos sabido cuidar a nuestra gente, nuestras aves, a nuestra industria y, evidentemente, a la economía del país, en todos los sentidos”, subrayó.
Comentó que justo ahora, la industria avícola mexicana enfrenta retos, tanto a nivel nacional como internacional, y como productores de alimentos se deben atender las nuevas necesidades de todos los sectores de la población, debido a que la avicultura ha evolucionado, al igual que han cambiado las exigencias y gustos de los consumidores.
En el encuentro, la Industria Avícola Nacional rindió homenaje con el Diploma al Mérito Avícola al productor Pedro Ruiz García, avicultor sonorense, con reconocida trayectoria en el sector, quien, además de ser productor de huevo y consejero y tesorero de la UNA, ha sido clave en el desarrollo e integración de la industria avícola de Sonora.
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