{"id":25487,"date":"2016-11-19T20:06:24","date_gmt":"2016-11-20T02:06:24","guid":{"rendered":"https:\/\/panoramaagrario.com\/?p=25487"},"modified":"2016-11-19T20:06:24","modified_gmt":"2016-11-20T02:06:24","slug":"mazorca-5-000-anos-revela-la-historia-del-maiz","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/panoramaagrario.com\/2016\/11\/mazorca-5-000-anos-revela-la-historia-del-maiz\/","title":{"rendered":"Mazorca de 5.000 a\u00f1os revela la historia del ma\u00edz"},"content":{"rendered":"
Una mazorca de 5.000 a\u00f1os muestra c\u00f3mo fue la domesticaci\u00f3n del ma\u00edz. El an\u00e1lisis de su ADN da pistas sobre el proceso que llev\u00f3 a una mala hierba como el teosinte a convertirse en la base alimenticia de Am\u00e9rica. Aquella mazorca (tambi\u00e9n llamada elote o choclo) era muy diferente del ma\u00edz actual, pero ya portaba los genes del cereal que se ha convertido, seg\u00fan la FAO, en el m\u00e1s producido del mundo.<\/p>\n
El ma\u00edz entr\u00f3 en la dieta de los humanos hace apenas 9.000 a\u00f1os. De esa \u00e9poca son los restos encontrados en cuevas del valle del r\u00edo Balsas, en el suroeste de M\u00e9xico. La comparaci\u00f3n gen\u00e9tica entre el ma\u00edz actual (Zea mays L. ssp. mays) y su antecesor, el teosinte (Zea mays ssp. parviglumis), confirman que fue por entonces cuando empezaron a divergir ambas plantas. Pero el resto de la historia hasta que el ma\u00edz se convirti\u00f3 en el principal sustento de las grandes civilizaciones americanas apenas est\u00e1 escrita.<\/p>\n
Ahora, un grupo de investigadores, entre ellos varios mexicanos, ha tenido la rara ocasi\u00f3n de conseguir una muestra de ADN de una de las mazorcas m\u00e1s antiguas de las que se conservan y que por su antig\u00fcedad, 5.310 a\u00f1os, se coloca en la mitad de la historia. Se trata de la llamada Tehuac\u00e1n162, localizada en los a\u00f1os 60 por arque\u00f3logos estadounidenses en una cueva del valle de Tehuac\u00e1n, en Puebla (M\u00e9xico). Aunque se han hallado elote s a\u00fan m\u00e1s antiguo, este apenas ha sido contaminado por ADN bacteriano en todo este tiempo. Eso ha permitido a los cient\u00edficos secuenciar su genoma, cuyos resultados acaban de publicar en Current Biology<\/p>\n
Restos arqueobot\u00e1nicos y an\u00e1lisis gen\u00e9ticos muestran que el teosinte y el ma\u00edz se separaron hace 9.000 a\u00f1os<\/p>\n
“Aunque desde el punto de vista morfol\u00f3gico, es mucho m\u00e1s peque\u00f1a, da menos granos y m\u00e1s peque\u00f1os, Tehuac\u00e1n162 ya tiene genes que son importantes en el proceso de domesticaci\u00f3n del ma\u00edz”, dice la investigadora del centro de geogen\u00e9tica del Museo de Historia Natural de Dinamarca, y principal autora de la investigaci\u00f3n, la mexicana Jazm\u00edn Ramos Madrigal. “Uno es el Tga1. Un nucle\u00f3tido de este gen ha sido relacionado con la presencia de una c\u00e1scara dura alrededor del grano. Est\u00e1 en el teosinte, pero no en el ma\u00edz y tampoco en Tehuac\u00e1n162”, a\u00f1ade Ramos.<\/p>\n
La mazorca parece encontrarse a medio camino. Lo est\u00e1 cronol\u00f3gicamente, lo est\u00e1 morfol\u00f3gicamente (ver imagen superior) y, como recuerda la investigadora mexicana, “desde el punto de vista gen\u00e9tico tambi\u00e9n est\u00e1 en medio”. Adem\u00e1s del Tga1, este elote ya cuenta con otros genes presentes en el ma\u00edz actual, como los que intervienen en la particular inflorescencia de este cereal, con sus flores rodeando el extremo del tallo, en su reloj circadiano o en el momento de la floraci\u00f3n. “Otro que est\u00e1 presente es el bt2, asociado al almid\u00f3n, al valor nutricional, del ma\u00edz”, comenta Ramos.<\/p>\n