En el estado de Morelos, el cultivo de la Jícama ocupa un lugar importante dentro de los cultivos hortícolas que se producen, la superficie aproximada es de 873 hectáreas que se siembran anualmente en el estado, y alcanzamos los mejores rendimientos del país con 32.9 toneladas por hectárea, con lo que alcanzamos alrededor de 28 mil toneladas de jícama, lo que nos coloca junto con Michoacán y Nayarit como los principales productores del país, así lo dio a conocer el delegado de la Sagarpa en Morelos, Rafael Ambriz Cervantes.
El delegado manifestó que el cultivo de la jícama es un cultivo muy importante en el estado, ya que se siembra en 11 municipios, siendo los meses de noviembre, diciembre y enero los de cosecha y venta por la temporada decembrina; por sus condiciones, la jícama aporta carbohidratos, vitaminas y minerales, no tiene, grasa ni colesterol, tiene un bajo aporte calórico y es de fácil digestión.
Este año en Morelos se cultivan aproximadamente 873 hectáreas según cifras del Servicio de Información Agropecuaria y Pesquera (SIAP) de la Sagarpa, y son los municipios de Tlaltizapán, Tlaquiltenango, Ayala y Jojutla los de mayor producción; asimismo manifestó que se espera alcanzar rendimientos de 32.9 toneladas por hectáreas que son los más altos del país y una producción de más de 28 mil toneladas, que son comercializadas principalmente en los mercados de Acapulco en Guerreo y México en el Distrito Federal, además de la tan conocida venta a pie de parcela.
Existe diferentes variedades; sin embargo, las que cultivan en Morelos son principalmente la Cristalina, Agua Dulce y la Criolla de Morelos; en este sentido el delegado manifestó que el Campo Agrícola Experimental de Zacatepec (INIFAP), a través de programas de hortalizas ha venido realizando investigaciones sobre el cultivo de la jícama, tendientes a determinar mejores técnicas que contribuyan a obtener mejores ganancias.
Finalmente el delegado reconoció a los productores de jícama, cómo un sector muy importante en Morelos, y los conminó a seguir produciendo sus tierras y evitar el cambio del uso de suelo, ya que sus tierras son muy fértiles, y para ello cuentan con la Sagarpa que los estará impulsando para que sigan produciendo las deliciosas jícamas que todos hemos consumido con sal, limón y un poco de chile piquín.
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