En el marco del Día Mundial de las Legumbres, que se celebró este 10 de febrero, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural destacó el valor nutricional y derrama económica que generan para los agricultores nacionales, con un volumen de producción de los cinco principales cultivos, de alrededor de un millón 400 mil toneladas.
La dependencia federal subrayó que el frijol, garbanzo, lenteja, haba y chícharo forman parte esencial de la dieta tradicional de la población mexicana y otorgan importantes beneficios nutricionales a costos accesibles.
De acuerdo con datos del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), se espera que la producción nacional de frijol cierre en 2022 con un millón 055 mil toneladas. Los principales estados productores son Zacatecas, Sinaloa, Durango, Chihuahua, y Nayarit.
En garbanzo, se prevé contabilizar, en el mismo periodo, 187 mil toneladas, cifra 9.0 por ciento mayor al volumen del 2021. En ese año, México ocupó el lugar 12 entre los principales productores del mundo.
Asimismo, esta legumbre registra el mayor número de países de exportación con 54 y durante 2020, en al menos 20 de ellos, el volumen superó las mil toneladas.
En tanto, el cultivo de lenteja registró 10 mil 113 toneladas en 2021, con un valor de 100 millones 606 mil pesos. De 2018 a 2021, la producción de esta legumbre tuvo un incremento de 12.86 por ciento, mientras que la superficie sembrada aumentó en 12.38 por ciento, al pasar de ocho mil 080 hectáreas a nueve mil 080 hectáreas.
Agricultura indicó que los estados productores de lenteja son Michoacán, con nueve mil 496 toneladas, que equivalen al 93.9 por ciento nacional; Guanajuato, 612 toneladas, y San Luis Potosí, cuatro toneladas.
A su vez, la producción de haba sumó 37 mil 578 toneladas, con un valor de 467 millones 783 mil pesos en 2021. 12 entidades cuentan con producción, pero Puebla y Veracruz aportan el 85 por ciento en conjunto, con 17 mil 739 y 14 mil 218 toneladas, respectivamente.
Mientras que el volumen de chícharo contabilizó 69 mil 510 toneladas en 2021, las cuales generaron un valor de 609 millones 627 mil pesos. De las 19 entidades con producción significativa, Estado de México, Puebla y Baja California destacaron por su aportación que en conjunto suma 51 mil 525 toneladas, equivalente al 74.1 por ciento nacional.
Múltiples beneficios para la salud a bajo costo
Las legumbres son las semillas comestibles de las plantas leguminosas, están formadas por una vaina que encierra en su interior una semilla o una hilera de semillas, que se consumen secas, expuso la dependencia federal.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) señala que éstas no incluyen los cultivos que se cosechan verdes, ya que se clasifican como hortalizas. También se excluyen los utilizados para la extracción de aceites y los cultivos leguminosos utilizados exclusivamente para fines de siembra.
De acuerdo con el Centro de Investigación en Nutrición y Salud del Instituto Nacional de Salud Pública (CINyS-INSP), se trata de un alimento con grandes cualidades nutricionales, ya que aportan una gran cantidad de proteínas, y si se mezclan con cereales, su calidad casi se iguala a la de alimentos de origen animal.
Además, su aporte en grasa es bajo y proporcionan fibra, la cual ayuda a mantener una adecuada salud del sistema digestivo y, al mismo tiempo, cuida el corazón y arterias, ya que reduce el colesterol y controla el azúcar que circula en la sangre.
Asimismo, aportan una gran cantidad de vitaminas y minerales como las del complejo B y hierro, antioxidantes y potasio.
Agricultura destacó que las legumbres tienen la capacidad de fijar el nitrógeno atmosférico en los suelos, lo que mejora la fertilidad del mismo, aumenta la productividad de las tierras de cultivo y reducen la dependencia de fertilizantes sintéticos.
Con cultivos intercalados y de cobertura con legumbres, los agricultores promueven la biodiversidad agrícola y del suelo, señaló la dependencia federal.
El 20 de diciembre de 2013, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 2016 como Año Internacional de las Legumbres. Esta celebración coordinada por la FAO creó mayor conciencia pública sobre sus beneficios y contribuciones al logro de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible, por lo que, en 2019, se declaró el 10 de febrero como el Día Mundial de las Legumbres.