Jalpa.- Este fin de semana, en esta cabecera municipal se realizó la décima edición de la Feria Regional de la Pitaya, en la que participaron alrededor de 60 recolectores de este fruto y sus familias, actividad a la que se dedican desde hace años.
El jardín principal fue el escenario para el desarrollo de esta feria que inició el viernes con el corte del listón, así como la degustación del fruto que los expositores ofrecieron.
Las reinas de las fiestas patronales de Moyahua, Juchipila, Apozol. Tabasco, Huanusco y, el anfitrión, Jalpa, asistieron como invitadas de honor y porque disputarían la corona de la Feria de la Pitaya, para convertirse en reina de reinas.
Martha Elena Reyes Viramontes, titular del Departamento de Cultura, detalló que el mismo viernes fue la elección de la soberana mediante un concurso en el que las jóvenes hicieron una pasarela con vestuario casual, regional y de gala. La corona recayó sobre la representante de Juchipila.
El sábado se realizó una exposición de artesanías y un selectivo de jinete supremo en la plaza de toros y, por la noche, un baile; el domingo, las familias disfrutaron de un torneo de volibol en la plaza, frente a la presidencia municipal.
Al término del encuentro deportivo se realizó el Baile de los Abuelitos, amenizado por Los Montañeses del Álamo, quienes pusieron a bailar a cientos de personas de la tercera edad; por la tarde estuvo el grupo Caxcán y el estelar fue Rayito Colombiano, que interpretó sus mejor éxitos de cumbia ante la algarabía de cientos de personas.
Reyes Viramontes añadió que en esta ocasión también se expusieron distintos platillos elaborados con esta fruta, como gelatinas, paletas, mermeladas y hasta pasteles.
Desde principios de abril, las familias pitayeras, como se conoce a quienes cosechan este fruto silvestre y viven de ello, por lo menos esta temporada, comienzan con la búsqueda de las pitayas, mismas que venden entre 15 y 20 pesos por pieza.
Posteriormente, durante mayo y junio, el precio del fruto baja hasta a 3 pesos la pieza, ya que el calor resulta favorable para su maduración, y a más calor, más dulce la fruta; hay personas que recolectan hasta mil piezas en un viaje, mismas que comercializa en ese día.
Justo para estas fechas, puntualizó, muchos paisanos regresan a su tierra para visitar a sus familias y asistir a la feria de la pitaya; cuando regresan se llevan decenas o incluso de cientos de las frutas congeladas en hieleras, para llevar a Estados Unidos y tener consigo un poco de su terruño.
NTR