Una nueva metodología para favorecer el mercado de las cosechas de cebada, que beneficiará a cerca de 60 mil productores de este grano, estudian de manera conjunta organizaciones de la Confederación Nacional Campesina, las industrias de la cerveza y funcionarios de la Secretaría de Agricultura (Sagarpa) y el organismo especializado Apoyos y Servicios a la Comercialización (Aserca).
Juan Hernández Moreno, presidente de la Unión Nacional de Productores de Cebada, informó que en el presente ciclo de otoño-invierno se encuentran sembradas 90 mil hectáreas en la región del Bajío –integrada por Guanajuato, Michoacán, Querétaro y parte de San Luis Potosí y Zacatecas—que arrojarán una producción de 500 mil toneladas a levantarse en el mes de abril, mismas que se busca desde ahora que se comercialicen bajo condiciones favorables para los productores.
Este ha sido siempre el punto de discusión entre productores y la industria de la cebada, dijo el dirigente. Ante esta situación, con la Sagarpa se está estudiando una nueva forma para considerar a cuánto se va a comprar la cosecha en función de los costos de producción, precios de los insumos y utilidades justas para los cebaderos, lo que evitará que, “a la mera hora, tengamos que negociar un precio”, con la premura de cosechar en breves días.
En reuniones previas sobre el particular, dijo, “los productores del cereal hemos puntualizado estar de acuerdo en la fijación de un precio al producto nacional con referencia del precio internacional, pero también reconocer el alza de los servicios e insumos, y utilidades razonables para los productores”.
Queremos que el precio que paga la industria a los cebaderos, sea justo y con oportunidad. “Entonces, el 17 de febrero estaremos en Aserca para exponer puntos de vista y seguramente en abril, un mes antes de que empiece la siembra en el altiplano, ya tengamos el precio establecido para la compra de la cosecha del ciclo primavera-verano”, expresó el dirigente.
Tenemos que llegar a un acuerdo, afirmó, porque a pesar de las adversidades que se manejan, la cebada ha tenido un repunte tanto en la siembra como en el precio de comercialización.
Por ejemplo, en el altiplano se consiguió un precio de 4 mil 120 pesos el año pasado y, en cambio, en el Bajío, se había caído el precio normal pero se llegó a un precio de 3 mil 850 pesos la tonelada, incluido el apoyo de Aserca.
Actualmente se sigue trabajando con Impulsora de la Cebada, porque es la relación formal para tratar los asuntos entre la industria y los productores. El Grupo Modelo fue absorbido por empresarios de Bélgica y de Brasil, el Arbush, y otras empresa mexicanas, como la Cuauhtémoc y Moctezuma, fueron absorbidas por la Heineken.
Esto quiere decir que, a nivel mundial, son dos compañías transnacionales las que compran la cebada y la industrializan, dijo Juan Hernández.
Actualmente, existe una coyuntura de mejorar los precios que la industria paga a los productores mexicanos. El aumento que registra el dólar respecto del peso, desestimula las compras al exterior y se da una preferencia a la materia prima nacional. El dólar afecta a la economía de la industria y es un pequeño factor que beneficia a los productores mexicanos de cebada.
La industria cebadera requiere anualmente de un millón 200 mil toneladas, en tanto que la producción nacional tiene una oferta en promedio de 650 mil a 700 mil toneladas anuales, lo que indica que la importación se sitúa en alrededor de 500 mil toneladas.
Se estima que si se obtiene una cosecha de entre 500 mil y 700 mil toneladas anuales, a un precio de alrededor de 4 mil pesos la tonelada, el valor que se genera por la comercialización, es de más de 200 mil millones de pesos, que ingresan al sistema económico nacional.
El número de productores de cebada en doce estados, es de 60 mil, pero lo importante está en la creación de empleos alrededor de la producción de cebada, como transporte, comercialización, mucha gente que trabaja en múltiples empresas alimentadoras de servicios e insumos, hasta un límite de un millón de personas que dependen, económicamente, de la cebada.
En el rubro laboral, hay que considerar también a los tractoristas y operadores de trilladoras, regadores en los sistemas de riego, aplicadores de agroquímicos, en tanto que en la industria la planta de empleos es otra fuente laboral que se maneja de manera diferente.
Periódico Express
