Las plantaciones de coco en la costa de Tabasco han resistido desde hace 20 años la plaga de “amarillamiento letal”, tanto por la introducción de híbridos como factores ecológicos y geográficos, señaló el investigador Carlos Fredy Ortiz García.
Refirió que el “amarillamiento letal” es un fenómeno que ha impactado a nivel de islas del Caribe y costas mexicanas, por lo cual desde su aparición en Tabasco, desde 1995, se ha investigado y México es de los países que más ha hecho aportaciones.
En entrevista con Notimex, expuso que las principales zonas productoras del cocotero son los municipios costeños de Paraíso y Cárdenas, donde existe un área de amortiguamiento gracias a la ubicación de las plantaciones entre cuerpos de agua.
Asimismo, dijo el investigador del Colegio de Posgraduados, como efecto de que en Tabasco hay diversos cultivos agrícolas que son los veneros del vector, y que permiten diluir la población de ese vector que provoca la plaga.
Lo anterior, explicó, ayudó en esta zona, a diferencia de lo ocurrido en la Península de Yucatán, donde en cinco años se acabaron las plantaciones de coco, “y aquí desde el 95 estamos con la enfermedad y las plantaciones de cocotero siguen activos”.
De igual forma, señaló que entre las limitantes al amarillamiento letal en Tabasco están el aspecto ecológico, como la contaminación que se da por la quema de gas e incide sobre la población de insectos y la diversidad de cultivos que no existen en la zona de la Península de Yucatán.
También, añadió, se trabaja en colaboración con diferentes instituciones de Yucatán, de Francia y del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales y Agropecuarias (Inifap), con la prueba de 12 híbridos para observar su resistencia.
“Además se ha venido desarrollando investigación en la forma de transmisión, qué otras plantas de tipo de palma se están enfermando”, refirió.
El encargado del Laboratorio de Fitopatología del Colegio de Posgraduados precisó que la población básica de plantaciones es el cocotero alto del Atlántico, así como de híbridos tolerantes a la enfermedad.
Con relación a la palma de aceite, mencionó que se trata de una especie que se siembra al interior del estado, pues no puede hacerse en la costa.
Al igual que el cocotero, comentó, la palma de aceite busca reducir el déficit en la producción aceitera y sus derivados en el país, por lo cual se trata de una fuente alterna de suministro.
Consideró que en general en Tabasco se requiere un programa de sanidad vegetal fortalecido y la oportunidad de asistir a los productores en el momento que lo requieren.
Aseguró que los cultivos de cítricos registran problemas con el “dragón amarillo”; los plataneros con la “sigatoka negra” y el mosco del plátano; los del árbol de hule con el “problema sureño o tablero de pica”.
NTX
