Este año el volumen de hectáreas sembradas de chile disminuyó en un 30 por ciento a raíz del poco dinero que existe entre los productores por la baja cosecha del año pasado.
En el Valle de Poanas, que incluye este mismo municipio, Nombre de Dios y Vicente Guerrero, cada año se siembran normalmente tres mil hectáreas de chile.
El año pasado se sembró la misma cantidad pero la plaga de la “mosquita blanca” afectó al menos la mitad de la cosecha dejando pérdidas totales para los productores.
Para este año, de acuerdo con lo señalado por Virgilio Lara, presidente del Sistema Producto Chile, no todos los productores tuvieron recursos suficientes para sembrar la totalidad de sus tierras por lo que solo se cultivaron poco más de dos mil hectáreas.
“Los productores que tienen tres hectáreas, por la falta de recursos, solo sembraron dos; el que tenía seis sembró cuatro, todo por la falta de recursos porque como no hubo cosecha el año pasado y no hubo suficientes entradas, este año no hay dinero para poder sembrar la totalidad de la tierra”, comentó el chilero.
El productor chilero quedó descapitalizado con las pérdidas del año pasado y no ha podido reponerse, sobre todo cuando los precios de los insumos este año subieron por el incremento inicial de la gasolina entrando el año.
EL PRECIO PUEDE MEJORAR ESTE AÑO
Con la disminución del 30 por ciento de volumen de tierras de chile, el precio de este producto puede mejorar, lo que ayudaría a los mismos productores a lograr capitalizarse y ahorrar para la siembra del 2016 de las tres mil hectáreas, es decir, sembrar la totalidad del volumen destinado a este cultivo.
Por lo pronto, prácticamente ya las dos mil hectáreas que se sembrarán este año tienen ya la plántula en la tierra; algunos se esperaron hasta la última semana de abril por los aires helados que estaban perjudicando a la planta. Sin embargo, ya no se esperan que bajen las temperaturas, que es lo que llega a dañar este producto, indicó el productor chilero Virgilio Lara.
El Siglo de Durango
