Jornaleros procedentes de la Sierra de Tlapa, Guerrero y otros de Michoacán iniciaron hace ocho años el cultivo de fresa en Oacalco, municipio de Yautepec, con el sistema tradicional y rendimiento de 15 toneladas por hectárea; hoy lo han elevado a 45 toneladas con la misma superficie.
Durante dos años, en promedio, se contrataron en la cosecha de diferentes cultivos; al cabo de ese lapso, en busca de mejores condiciones de vida y trabajo, decidieron poner en práctica la experiencia en el cultivo de fresas, adquirida en sus lugares de origen.
Pedro Pimentel Rivas, secretario de Desarrollo Agropecuario, explicó que estos trabajadores del campo, al advertir las condiciones propicias de riego y tierras, consiguieron variedades de semilla acordes al clima de Yautepec, por lo que no utilizan cubiertas protectoras sino una forma de cultivo rústico o tradicional.
Si así lo requieren las condiciones del clima, se colocan cubiertas plásticas de “acolchado” para preservar de hierbas invasoras a las plantas rastreras de Fragaria, llamada comúnmente fresa o frutilla, también para eliminar el uso de herbicidas y garantizar así su calidad.
Pimentel Rivas refirió que son variables las fechas del cultivo en Michoacán, Baja California, Guanajuato y Jalisco, principales productores de fresa; en Morelos, las familias involucradas en este cultivo siembran en agosto y cosechan de diciembre a mayo.
El fruto de la Fragaria de los campos de Oacalco es calificada de buena a excelente calidad y su mercado se concentra en Morelos; ha ganado prestigio entre expendios de jugos, paletas y cocteles de frutas.
Estos comercios prefieren la fresa morelense por su peculiar aroma, intenso color, sabor y rendimiento; son especificaciones de calidad difíciles de obtener, por lo que los ex jornaleros demuestran su visión emprendedora al trabajar y producir en Morelos, en provecho de sus familias y la economía de Oacalco, concluyó el titular de la Sedagro.
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