Ingresos superiores a los 88 millones de pesos anuales obtienen productores de papaya Maradol de José María Morelos y Lázaro Cárdenas, quienes han encontrado en los cultivos sustentables una opción de mejora económica.
Se trata de la rotación de cultivo que les permite mantener una producción continua sobre superficies de 12 hectáreas, aunado a una organización estructurada que ha permitido defender los precios del producto.
Los rendimientos ascienden a 150 toneladas por hectárea gracias al sistema de ferti-irrigación que utilizan, con el cual logran producir en la superficie mencionada mil 800 toneladas de papaya Maradol, con una derrama económica de 9 millones de pesos.
A la producción se ha sumado un sistema de empacado, acorde con las normas internacionales de sanidad vegetal, y con esto lograr la comercialización nacional e internacional.
Los mercados actuales son Guadalajara, Monterrey, México, Cancún y Playa de Carmen, así como Miami, Estados Unidos, a través de una empresa comercializadora del estado de Yucatán.
“Antes no estábamos organizados y los intermediarios fijaban el precio, ahora no nos dejamos, si nos ofrecen un precio bajo consultamos a las otras sociedades y vendemos a un precio que puede oscilar entre cinco y ocho pesos el kilo”, señaló Freddy Argüello Pacheco, presidente de la asociación Chacbajaan SPR.
Explicó que la producción de papaya maradol es una fuente permanente de ingresos gracias a que las sociedades de producción rural están en permanente comunicación para la defensa del precio del producto.
Ventajas de la rotación
La rotación de cultivos, utilizado por los campesinos, permite incrementar los rendimientos en relación con los monocultivos, mantiene y mejora los contenidos de materia orgánica así como la fertilidad del suelo.
De igual manera reduce la erosión hídrica y eólica, mejora el drenaje, además de reducir la incidencia de malezas, insectos y enfermedades.
Para la plantación y su mantenimiento, los campesinos invierten por hectárea 120 mil pesos hasta que a los 18 meses entran en periodo de cosecha que dura 14 meses continuos.
Posteriormente, el terreno es limpiado para dejar descansar la tierra durante todo un año con la intención de que restablezca sus nutrientes y esté en óptimas condiciones para otro periodo de siembra.
Viven de la papaya
Durante la etapa de cosecha se generan 48 empleos directos durante 14 meses, aunque la mayor parte de ellos recaen entre los 62 miembros de la Chacbajaan.
“Conjuntando su producción estamos hablando de 17 mil 700 toneladas que los productores comercializan”, señaló por su parte, Luis González Flores, titular de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario y Rural (Sedaru).
Los productores están agrupados en ocho sociedades de producción rural y cuentan con un representante legal en el Sistema Producto Papaya Maradol, lo cual les permite obtener insumos y fondos de fomento a la producción.
Sipse
