Debido a las constantes pérdidas que los productores de durazno han detectado en los últimos años, algunos de ellos han optado por dedicarse a la siembra de otro fruto, siendo la ciruela el que resultó redituable para ellos.
Desde el mes anterior, se comenzaron a cosechar las primeras toneladas de dicho fruto; por hectárea se obtuvieron hasta tres toneladas.
Por cada hectárea obtienen 7 mil 500 pesos de ganancia, cantidad económica que resulta favorable para ellos, pues en años anteriores quienes cultivaban durazno no percibían ganancias económicas.
Lo anterior, debido a que, por cada 3 toneladas que se obtienen de cada una de las hectáreas, se llenan 50 cajas que son ofertadas en el municipio a un precio de 150 pesos, cada una.
Esta cantidad resulta suficiente para ellos, pues es lo que, por lo regular, obtienen cuando la cosecha de durazno es favorable.
Durante los tres últimos años el clima ha sido extremo, pues o ha llovido bastante o son escasas las precipitaciones pluviales, por lo que los durazneros han registrado pérdidas constantes.
Razón por la que Gerónimo Reveles Talavera, representante de este sector, reveló que es recomendable cambiar la producción en algunas hectáreas, y el fruto que más terreno ha ganado es la ciruela, ya que el clima resulta favorable para el crecimiento de ésta.
Son alrededor de 100 campesinos los que se dedican a producir durazno en Fresnillo, de los cuales 12 decidieron plantar árboles de ciruela.
A la fecha, son 20 las hectáreas destinadas a este fruto, pero de continuar en la misma situación, la cantidad podría aumentar.
Este producto se cosecha entre junio y julio, pero hay otros que empiezan a obtener ciruela en octubre, misma que se comercializa en los diversos mercados de Fresnillo.
Las comunidades en las que se produce son Buenavista de Trujillo, Colonia Modelo, Santa Rosa, San José de Guadalupe, entre otras.
NTX
