La industria apícola del Estado está en riesgo debido a varios factores, lo cual ya se refleja en la producción del dulce pues ésta disminuyó 50% en los últimos 10 años, informó Habib Pinto Dzul, director de la empresa Proveedora de Miel Peninsular.
Advirtió que esa situación no debe agravarse pues la apicultura es un importante sector económico del Estado que genera amplia derrama e ingreso de divisas. Además disminuiría la polinización generada por las abejas, al reducirse la población de estos insectos a raíz de la desaparición de apiarios.
—Habrá dos consecuencias directas: para la economía y para el medio ambiente —señaló.
Pinto Dzul, licenciado en administración e integrante de una familia de apicultores de Sinanché, explicó que un factor que afecta a la industria mielera es que decrece el número de apicultores. Esto es porque los jóvenes no quieren dedicarse a esa actividad del campo porque es muy dura.
—La apicultura es una tarea pesada, requiere paciencia y disposición para realizarla —subrayó—. No cualquiera está dispuesto a recibir picaduras de abejas.
Otro problema es que el cambio climático rompió con la regularidad de las lluvias, lo cual a su vez afecta la floración de las especies melíferas. La producción de miel obtenida de la flor del tajonal ha sido la más afectada.
Por fortuna, esos efectos negativos han sido menores en el caso de las cosechas obtenidas por medio del dzidzilché, el cual permite elaborar una miel con aroma, sabor, textura y color que la hace ser preferida en los mercados. Es la variedad con mayor demanda en el mundo.
Diario de Yucatán
