En Fresnillo se tiene un registro de 6 mil ganaderos quienes deben cumplir con un barrido sanitario para cada cabeza.
Lo anterior quiere decir que deben inspeccionar a sus animales en cuestión de salud para detectar si alguno de ellos porta enfermedades que podrían generar daños a los consumidores de su carne o de los productos derivados de ellos.
Sin embargo, 4 mil cabezas de ganado aún no han sido analizadas a pesar de que es un requisito que se exige a los fresnillenses quienes se dedican a este oficio.
Jorge Luis Guzmán Domínguez, presidente de la Asociación Ganadera Local de Fresnillo, detalló que algunas de las enfermedades que se pueden detectar en este proceso de inspección son brucelosis o tuberculosis.
La inspección la realiza un médico especializado en la atención de ganado, tanto animales de los que se consume su carne como de los lecheros, siendo estos últimos en los que más se exige el barrido sanitario.
Esta prueba de salud se debe realizar por lo menos una vez al año y tiene un precio de 65 pesos por cada animal.
Son alrededor de 80 mil cabezas de ganado con las que se cuenta en Fresnillo, de las cuales la mayor parte sí cumplen con el barrido sanitario.
El resto todavía no es atendido por personal de Salud debido a que es ganado con pocos días de nacido y el riesgo de que porten algún virus no es alto.
Además, hay personas a quienes se les ha complicado realizar la inspección debido a que el ganado lo tienen en zonas de difícil acceso para el personal médico.
“Si el ganadero quiere ofertar su animal a un mejor precio debe cumplir con este requisito, pues esto le asegura al consumidor que está sano y no hay algún riesgo, así que deben cumplir con ello a la brevedad posible”, complementó Guzmán Domínguez.
NTR
