Durango.- A pesar de que, en los últimos 10 años, el Gobierno Federal ha gastado más de 10 mil millones de pesos, solamente en el programa de reordenamiento del mercado del frijol, lo único que se ha logrado es enriquecer a funcionarios, líderes y acopiadores, mientras que los productores cada vez son menos competitivos, debido a la falta de acompañamiento tecnológico y empresarial por parte de las instituciones, consideró Roberto Delgado Gallegos, consultor de Mercados Agrícolas.
Luego de hacer la anterior reflexión, el entrevistado recalcó que el Gobierno Federal nunca ha sido capaz armonizar y equilibrar la producción y el consumo, ni ha puesto atención a los graves problemas estructurales que padece el mercado del frijol.
Como ejemplo, citó que, para empezar, en México, no existe planeación en la producción, por lo que son los propios campesinos quienes, siguiendo la lógica de los precios y el comportamiento de la oferta y la demanda, hacen su mejor esfuerzo y tratan de sembrar la variedad que registra el mejor precio.
Sin embargo, abundó el experto, siempre sucede lo mismo: se registra sobreoferta de algunas variedades y déficit o escasez de otras, y cuando la producción es buena, la voracidad de los compradores provoca una caída generalizada en los precios.
Para Delgado Gallegos, han sido muchos los compromisos que no ha cumplido el Gobierno, ya que a la fecha se carece de un organismo regulador que ordene el mercado del frijol.
Desde hace 10 años, insistió, el Gobierno se comprometió a instrumentar una bolsa agropecuaria de físicos para facilitar, equilibrar y transparentar las operaciones comerciales de granos básicos, sin que este acuerdo se haya cumplido.
“Por ello, hasta la fecha, somos el único país que carece de un sistema de inteligencia de mercados agrícolas que sea accesible, público, oportuno y transparente; que le permita conocer al productor el comportamiento de las cosechas, inventarios, tendencia en los precios, etc., para que pueda planear en forma inteligente su producción”, añadió el consultor.
También se carece, explicó, de un sistema de normas de calidad que reconozcan todos los eslabones de la cadena y que sirvan de base para clasificar el frijol adecuadamente y establecer los precios correspondientes, de acuerdo con el grado de calidad.
A diferencia de otros países, tampoco el Gobierno ha cumplido sus compromisos para fomentar la agroindustria del frijol, a pesar de que la presente administración federal ha presumido tanto los agroclusters, mismos que sólo han funcionado como negocios particulares, en beneficio de los grandes empresarios, terminó denunciando el analista.
El Siglo de Durango
