Celaya, Gto.- Con casi tres décadas en el mercado, la empresa celayense Agroquímicos Rivas ha sabido competir con los más reconocidos laboratorios a nivel mundial para combatir al pulgón amarillo.
Iván López, miembro del departamento de Mercadotecnia de Agroquímicos Rivas, detalló que desde que se presentaron las primeras afectaciones de la plaga en los cultivos de sorgo del estado, la empresa formuladora y comercializadora de plaguicidas, se dio a la tarea de crear un producto eficaz para atacar la plaga.
“En 2015, cuando llegó la contingencia del pulgón amarillo, a pesar de que contábamos con un portafolio de productos que podía cubrir estas necesidades y que en el mercado hay otros productos que podían contrarrestar al pulgón, la formulación líquida hacía más tardada su aplicación”, dijo.
La empresa celayense innovó al desarrollar el producto en polvo utilizando una molécula que permitiera la reducción de los costos en la fabricación y comercialización del plaguicida.
“Desarrollamos el producto en base a la necesidad del agricultor, así que tenía que ser un producto rápido, económico y que estuviera a su alcance, cuando el agricultor se fija en el costo de aplicación por dosis, nosotros estábamos alrededor de 40% más abajo que productos de los laboratorios como Bayer, es una industria muy competitiva porque al mismo tiempo que es de consumo masivo también es industrial”, puntualizó.
En Guanajuato, durante el ciclo de producción del cultivo de sorgo en 2013, se establecieron más de 285 mil hectáreas y un valor de producción cercano a los cinco millones de dólares, según cifras del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica).
Tan sólo durante el ciclo de producción del año pasado se perdieron entre 20% y 30% de las hectáreas guanajuatense, es decir, más de un millón y medio de toneladas de la cosecha.
En relación con la efectividad del producto, Iván Pérez mencionó que, si bien es una plaga que en cinco años puede ser controlada más no erradicada, sí es crucial que el agricultor tenga un adecuado método de aplicación.
“Depende de factores como el método de aplicación, si el agricultor usa un buen método de aplicación le va a funcionar, nuestro porcentaje de derribe que en un lapso de dos a tres horas el insecto está muerto con una residualidad de siete días”, explicó.
Detalló que el producto fue desarrollado en julio del año pasado y actualmente cuenta con todos los permisos de la Cofepris para poderlos comercializar con los agricultores en el próximo ciclo de producción.
AM
