El agricultor Sergio Antillón, del Valle del Yaqui, Sonora, está preocupado. El clima ya no tiene palabra en el sur de Sonora. El año pasado perdió cientos de toneladas de trigo por el calor excesivo:
“Este año fue muy duro para el Valle, en realidad para todo el Estado y Sinaloa, tuvimos un 30% menos de producción de trigo, solamente por el clima”.
En el Valle del Yaqui, el mayor productor de trigo de México en el 2015, las temperaturas mínimas históricas subieron un grado.
Gemma Molero, Científica, programa Global del Trigo, Cimmyt: “La temperatura mínima promedio de Enero a Abril fue aproximadamente 2 grados superior a la de otros años, eso lo que ha hecho es reducir en una tonelada la producción de trigo por hectárea.”
En la región se cultivan dos tipos de trigo: el harinero para pan y tortillas y el cristalino, para pastas y sopas.
“Claro, afectó mucho, estamos hablando que se dejaron de ingresar unos 2 mil millones de pesos en la región, por esa falta de producción”, comentó Sergio Antillon.
El cambio climático en el Yaquí repercute en las fuentes de empleo.
“Esto afecta carpinteros, electricistas, el comercio, pues todo; afecta a toda la población”, dijo Sergio Antillon.
La NASA y la Administración de Atmósfera y Océanos de EU, NOAA, informaron que el 2015 fue el año más caluroso del planeta desde que se tienen registros, en 136 años.
Por cuarta vez en 11 años, se rompieron récords de máximas temperaturas.
Lo que se vivió también en el valle agrícola.
“Febrero y Marzo tuvimos temperaturas de 36 grados, cuando normalmente debe estar en 28, en 27”, comentó Sergio Antillon.
El Valle del Yaqui cuenta con 220 mil hectáreas de superficie de riego: 160 mil hectáreas destinadas al trigo y 60 mil a otros cultivos, como sorgo y maíz.
En pocas semanas ha experimentado los extremos del clima.
“Y resulta que el día 27 de diciembre tuvimos una helada que afectó maíces, afectó hortalizas, y mucha gente por esos pronósticos, optó por sembrar esos cultivos”, explicó Sergio Antillon.
En el 2016, las previsiones indican que en el Valle del Yaqui seguirá el calor, favorecido por el fenómeno de “El Niño Godzilla”.
Amparo Martínez, directora del Instituto de Ecología y Cambio Climático: “Es muy probable que haya sequías, que haya incendios, que en el sur del continente haya inundaciones”.
Los pronósticos científicos de 30 a 65 años, son dramáticos para el territorio nacional, dice Bram Govaerts, ganador del Premio Mundial de Alimentación 2014.
Bram Govaerts, premio mundial de Alimentación, Cimmyt Texcoco: “México realmente, si sigue produciendo, como produce hoy en día, hay estudios que indican que los cultivos principales, arroz, maíz y trigo, puedan perder hasta el 28% de su producción nacional, gracias o debido a el cambio climático.”
Pero el cambio climático también es responsabilidad de la agricultura y de la ganadería extensiva.
Agricultores, científicos y oficinas de gobierno trabajan en descifrar el comportamiento del trigo y de otras semillas, claves para la alimentación.
Francisco Pinto, teledetección en agricultura: “Tengo que alcanzar la altitud rápidamente y abarca una gran cantidad de parcelas.”
Franciso Pinto pasó varios años en Alemania estudiando los cultivos y el clima.
Ahora, utiliza un drón o multicóptero, equipado con cámaras para teledetección.
Los cálculos permitirán ahorrar tiempo, agua y dinero a los productores.
“Le ayuda mucho al manejo, por ejemplo, en lugares que se necesita regar”, agregó Francisco Pinto.
En el Valle del Yaqui hay científicos procedentes de México, España, China, Australia, Brasil, Chile, entre otros países.
En estos campos, sembrados con trigo, en el norte del país, en el Valle del Yaqui, se está realizando experimentación, para ver cómo se comporta, ahora, pero también en el futuro. Con este tipo de equipos para aumentar la radiación solar.
Ante el cambio climático, los agricultores empezaron a sembrar una mayor variedad de productos, como frutas, cereales, hortalizas y oleaginosas.
Disminuyeron la aplicación de fertilizantes que contaminan el subsuelo y la atmósfera.
Y adoptaron el Green Seeker, un sensor que mide cuánto nitrógeno hay que aplicar en cada planta.
En diciembre del 2015, los países alcanzaron el Acuerdo de París, un compromiso histórico que limita las emisiones en todo el planeta y que pretende frenar el calentamiento global.
Mientras tanto, la agricultura deberá ser mucho más eficiente.
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