Actopan, Veracruz.- La baja producción de mango ha ocasionado que durante los últimos 30 años los cultivos de esta fruta hayan sido desplazados para sembrar chayote, jitomate, malanga y pepino, entre otras hortalizas, que tienen garantizada la venta en el mercado.
En años anteriores los campesinos lograban cosechar más de 400 rejas de 30 kilogramos cada una por hectárea, sin embargo, con el paso del tiempo la cosecha cayó drásticamente, al grado de no obtener más de 20 rejas de la misma superficie y en la actualidad se comercializan en no más de 150 pesos para ser revendida en otros lugares en más de 400 pesos.
Marco Domínguez y Magdaleno Barradas, productores de mango, dijeron que en general los campesinos sospechan que el cambio climático ha sido la principal causa de la disminución de cosechas, además que las plagas no han podido ser controladas por la falta de recursos económicos, sin omitir que su calidad también ha disminuido.
Señalaron que las pérdidas de producción afectaron drásticamente los ingresos económicos de los productores, lo que obligó a despedir a sus trabajadores y a comenzar con el cambio de cultivo que más adelante volvió a generar fuentes de empleo y evitar un mayor índice de migración.
De manera paulatina los agricultores talaron sus árboles de mango para introducir otros cultivos, por lo que a partir de los últimos seis o siete años la mayor parte de la superficie agrícola de este municipio es ocupada, en primer lugar, por plantas de chayote, seguido por las de malanga, las de jitomate, las de pepino, las de maíz y en menor escala por las de caña de azúcar.
Las intenciones de exportar mango a Estados Unidos y otros países se quedaron “en puros sueños”, señalaron los agricultores, quienes abundaron que durante la pasada administración estatal se les prometió apoyo institucional para comercializar mango en fresco y como fruta seca en la Unión Americana.
Sin embargo, abundaron que la ayuda a la fecha no ha llegado y que la falta de este tipo de respaldo desilusionó a los campesinos que prefirieron continuar con el cambio de cultivo y la tala de árboles.
En algunas fincas de este lugar pueden apreciarse montones de leña acumuladas que representan lo que en su momento fueron los grandes y productivos árboles de mango, que incluso sobresalieron como el principal motor económico de este municipio y otros cercanos.
Las fincas de mango que hace muchos años tapizaban al territorio de Actopan ahora lucen despejadas por haber cambiado por otras siembras, además que en algunos puntos, como la cabecera municipal, la superficie agrícola luce desértica.
Finalmente, los campesinos señalaron que en el escudo de Actopan sobresale la silueta de un mango como fruta simbólica de este lugar, por lo que advirtieron que “lo mejor sería cambiarlo por el de un chayote o de una malanga porque el mango ha pasado a la historia”.
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