Miel de abeja pura, la cura más dulce

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El uso más conocido de la miel de abeja, además de endulzante, es su implementación a la hora de curar resfriados, dolencias de garganta, resequedad o congestión nasal, debido a su alto contenido de vitaminas como lo son, el complejo B, la vitamina C, D y E. Así lo señala Milenio en su portal.

Y es que la miel de abeja es una azúcar monosacárida, ya que durante su proceso de creación las abejas funcionaron como filtro de toxinas y la procesaron para que de esta manera nuestro cuerpo solamente reciba las mejores propiedades y no necesite de más sustancias como la insulina para procesar el azúcar.

Además la miel sirve como un laxante natural para el organismo y es muy útil a la hora de curar pequeñas heridas o quemaduras, método que utilizaban los egipcios y después de ellos los españoles, ya que presenta al contacto con las heridas una acción antiinflamatoria que reduce la hinchazón y el dolor, acelerando la curación de la herida.

La miel también es de gran ayuda para el pie diabético, ya que evita la resequedad de las zonas afectadas y acelera la cicatrización, debido a que la viscosidad de la misma crea una capa protectora que dificulta la creación de infecciones, para obtener resultados favorables de la miel de abeja en heridas, es necesario aplicar apósitos embebidos (curitas, gasas, algodón) sumergidos en miel directamente cubriendo la herida.

Agencias

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