Producen insecticida natural para control de “pulgón del algodón”

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El llamado “pulgón del algodón” (Aphis gossypii Glover) es una plaga que afecta numerosos cultivos, ya que se alimenta de savia de las plantas, entre ellas algunas de consumo humano u ornamentales del género Ixora (Rubiaceae), la cual es importante para la industria de jardinería y floristería, y representa un recurso para polinizadores y las aves silvestres.

De manera tradicional, los agricultores protegen sus plantíos con productos químicos. Ante este panorama, la científica mexicana Gabriela Esparza Díaz actualmente en Universidad Texas A&M realizó una investigación en la que ha dado como resultado la producción de un insecticida basado en la semilla del árbol Nim (Azadirachta indica), el cual ha comprobado su eficacia en la erradicación del pulgón, sin efectos tóxicos en las mismas plantas.

Del árbol de Nim se aprovechan la corteza, tallos y semillas para diversos usos, pero de las hojas se conocen sus efectos terapéuticos al consumirse en forma de infusión. Es así que en las regiones costeras de Sonora, Sinaloa, Guerrero, Oaxaca y Veracruz, entre otras entidades, es habitual su ingesta para regular niveles de colesterol, ácido úrico y glucosa en sangre, como antibiótico natural en tratamiento a problemas respiratorios y digestivos, al igual que como tranquilizante natural, para mejorar cuadros artríticos o reumáticos, o aplicado para sanar heridas o úlceras en la piel.

A decir de la investigadora nacida en Guadalajara, Jalisco, del Nim también se producen aceite y jabón, entre otros productos, tanto en México como fuera del país. “No obstante, la semilla tiene propiedades insecticidas y de las sustancias que pueden obtenerse es de destacar la azadiractina, mundialmente estudiada, y otras como salanina y nimbina con cualidades antialimentarios o repelentes, que en conjunto tienen mayor efecto para el control del insecto”.

La doctora Esparza Díaz becada por Conacyt trabajó en un innovador proceso de extracción de compuestos de la semilla de Nim, el cual consta del empleo de metanol como solvente para obtener una concentración de azadiractina A (AZA) mediante extrusión. A diferencia de los procesos conocidos que contemplan el empleo como solventes a hexano, agua y d-limoneno, el nuevo desarrollo tiene resultados significativamente mayores en cuanto a presencia de los compuestos insecticidas.

El extracto de la semilla, llamado Azadirex, ha comprobado en el estudio realizado por la investigadora en el Colegio de Postgraduados que presenta mayor efecto insecticida que otros conocidos a la misma dosis, con 100 por ciento de mortalidad de A. gossypiia las 48 y 72 horas.

A decir de Esparza Díaz, quien es posdoctorante en el área AgrLife Research and Services de la Universidad de Texas A&M, el insecticida biológico es factible de producir industrialmente en México porque ya existe como plantación en diversos estados; sin embargo, de acuerdo a la altitud y la zona ecológica en la que se encuentre, la semilla tendrá más o menos principios activos para insecticida.

Particularmente, el Nim sembrado en la región de Sotavento, en Veracruz ha comprobado su efectividad para este fin. En la zona hay en una superficie de 59 mil 311 hectáreas con potencial en 10 municipios y una población en condiciones de subsistencia económica de 48 mil 976 personas, lo que representa 18 millones 114 mil 367 jornales disponibles anuales.

Es de destacar que el pulgón no afecta a animales ni seres humanos, solo a plantas de las que se alimenta; además, transmite virus, genera excretas en forma de azúcar o miel que obstruyen los poros de las hojas o bien hace que en ellas crezca un hongo que las infecta.

Agencia ID

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