Además de ser una actividad muy productiva el cultivo de dátiles, ya que es un frutal perenne que se envía a lugares como Arabia Saudita y otros igual de lejanos, donde hay enorme gusto por lo que se cultiva aquí, se convierte en una gran alternativa que ocupa cada vez mayor superficie.
Durante una entrevista sostenida con la secretaria del recién formado Sistema Producto Dátil en el Valle de San Luis, licenciada Gisel Montes Barragán, habló sobre las bondades de este cultivo, que al menos cuenta con una superficie de 300 hectáreas y crece día a día.
Sobre el proceso de esta actividad, dijo que entre las acciones más importantes para obtener buenos resultados y que hace el hombre para ayudar a la naturaleza a obtener más y mejores frutos, está la polinización y posteriormente el raleo, lo que además explicó.
Apuntó la entrevistada quien a pesar de ser joven tiene amplia experiencia, como hija del productor ingeniero José Juan Montes Lepe, que en esta acción de polinización se esparce el polen de la Palma Macho para que de esa manera las plantas hembras queden preparadas para producir.
Por otro lado, se realiza el trabajo de raleo, que consiste en entresacar restos que posteriormente se convertirán en sabrosos dátiles de exportación, para que deje espacio entre sí, crezcan y salgan del buen tamaño, como ya se conoce y de otra manera no desarrollarían.
Montes Barragán se refirió al costo de producción por hectárea de dátil e indicó que se gastan, al año, alrededor de 90 mil pesos para obtener al menos unas 16 ó 20 toneladas, aunque esto depende de la edad de la planta, la cual aseguró que entre más antigua, sería mucho mejor.
Respecto a la producción a obtener una vez terminada la cosecha que anualmente se comienza a finales de agosto o principios de septiembre y finaliza por allá en diciembre, se trata de un frutal muy sano enviado para la venta en muchos casos al extranjero.
Sobre cómo arrancó su señor padre esta actividad, manifestó que fue “sin querer”, ya que acudió con una persona dedicada a vender los hijuelos para comenzar a plantarlos y solamente tenía la idea de tener un poco para consumo familiar, pero luego lo convenció el vendedor de desarrollar un plantío en forma.
“Ahora son ocho hectáreas las que tenemos asentadas y en plena producción en la empresa, que es filial de Sakura y cada vez se efectúa más este desarrollo de producción datilera, cuando en principio solamente pensábamos tener unas cuantas palmas de traspatio” finalizó.
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