Guamúchil, Sinaloa.- Desde hace un tiempo los productores han sentido el embate de las malas decisiones que han tomado las dependencias gubernamentales que dirigen la agricultura en el país. La falta de apoyos al campo en tiempo y forma, el actuar favorecedor hacia las grandes industrias de granos, la caducidad del modelo de comercialización y la falta de infraestructura que permita la industria en el estado son algunos de los factores que merman en la actividad económica más importante en Sinaloa y una de las más relevantes en el país, dejando al agricultor mismo desprotegido ante contratos estipulados solamente a favor de la industria.
Ante este panorama, se preguntó a algunos líderes agrícolas de Salvador Alvarado sobre tres conceptos fundamentales en la agricultura, es decir, la comercialización, la bolsa mexicana agroalimentaria y la industrialización. Samuel López Angulo, del Comité Municipal Campesino número 20, y Roberto Sánchez Castro, presidente del Módulo de Riego 74-2, explicaron su perspectiva sobre estos temas.
COMERCILIZACIÓN.
Según explicaron, la comercialización de los cultivos debería estar encaminada a la rentabilidad tanto para los productores primarios como las industrias que compran, sin embargo, esa rentabilidad solo llega a las industrias y no a los agricultores, pues los precios ofrecidos en los contratos no son acordes a los costos elevados de producción que hay actualmente.
Esto se resume a que los productores se ven obligados a vender por cantidades no adecuadas ni asociadas a las necesidades que tienen, y en muchos de los casos tienen que adquirir deudas externas para invertir en los cultivos.
Como ejemplo, se puede mencionar el costo del maíz este ciclo, el cual se acordó en 3 mil 300 pesos, aunque el precio no responde a la necesidad de los agricultores para saldar todos los compromisos adquiridos en el proceso y para que obtenga algo de utilidad. Es decir, la agricultura ha perdido la rentabilidad con el modelo de comercialización que se maneja en el país. Incluso la renta de predios agrícolas también es un fenómeno que se ha elevado como resultado de la poca eficiencia del modelo y ante la falta de certidumbre que tiene el productor.
Sobre este mismo tema, López Angulo comentó que tener un contrato de siembra va dirigido a dar certidumbre de que el precio se mantendrá, sin embargo, enfatiza en que los pagos no ofrecen una utilidad, incluso menciona que además de los créditos que se adquieren para sacar adelante un cultivo, los apoyos al campo llegan muy tarde, como ejemplo menciona la tardanza en el pago a sorgueros correspondiente al ciclo 2014-2015.
“ES TRISTE VER QUE NOSOTROS NO LE PONEMOS PRECIO A NADA Y SE NOS ESTÁ PAGANDO CUANDO SE QUIERE, Y ESE COSTO FINANCIERO LO ESTÁ ABSORBIENDO EL PRODUCTOR PRIMARIO”, COMENTÓ.
Asimismo, Sánchez Castro agregó que la garantía que ofrece un contrato es que la cosecha será recibida, aunque ahondó en que los parámetros en los que se realizan los contratos son alejados a las circunstancias de los productores y por lo tanto no responden al beneficio de los mismos. Además mencionó que en este año quienes se comprometieron con un contrato hecho recibieron un pago considerablemente menor a diferencia de quienes vendieron su producto sin éste, lo que ha dejado un amargo sabor de boca a los agricultores.
En este tenor, cabe mencionar el papel fundamental que tiene Aserca (Apoyos y Servicios para la Comercialización Agropecuaria), que es el organismo intermediario para definir las reglas de la comercialización, aunque desde la perspectiva de los productores este modelo de políticas públicas está diseñado para favorecer a las grandes industriales, quienes tienen utilidades de hasta un 600 por ciento al finalizar un proceso de comercialización.
En esta política de Aserca también influye la base de cotización que se utiliza en México, que es en la Bolsa de Granos de Chicago, sin embargo, en Estados Unidos se cotiza maíz amarillo y no blanco (producido en México), lo que genera un desfase que evidentemente lastima al agro mexicano. Aunado a ello, la fijación de las bases (costo de traslado del lugar de producción al centro de consumo), la ganancia de cobertura y el copete tampoco aseguran a los productores el recibir el precio correcto por su cultivo, además que la diferenciación de pago también es un factor que se debe considerar para mejorar la estabilidad económica de quienes producen, pues se considera que los apoyos deberían ser por igual a productores chicos y grandes.
En esta situación, ambos líderes comentan que es necesario que el personal de la Sagarpa y Aserca tomen medidas que defiendan verdaderamente al campo mexicano, ya sea rediseñando el modelo de la comercialización o acercarse a las empresas del estado con el fin de proteger a los agricultores, quienes ya incluso tienen una filosofía de que ‘el no perder es el buen ganar’, dejando de lado la ganancia que pueden recibir de su trabajo en las tierras.
BOLSA AGROALIMENTARIA.
Cabe mencionar que recientemente el diputado federal Germán Escobar Manjarrez propuso ante el Pleno de la Cámara de Diputados la modificación en el modelo de apoyos a la comercialización, la refundación de Aserca y la creación de una Bolsa Mexicana Agroalimentaria. Ante esta cuestión, tanto Sánchez Castro como López Angulo mencionaron que es necesario tener una soberanía alimentaria acorde a una bolsa que se cotice en México, conforme al entorno, infraestructura, clima y necesidades del sector en México, además de que sea referida al maíz que aquí en el país se genera.
Agregado a esto, el líder del Comité Municipal Campesino dijo que se está buscando una denominación al maíz blanco sinaloense, es decir, un reconocimiento a la calidad del grano que se produce en el estado, y mencionó como ejemplo lo sucedido con el garbanzo blanco Sinaloa que se produjo también en la India, cuando en realidad es un producto de este estado.
Por su parte, el líder del módulo menciona que la creación de esta Bolsa es sumamente benéfica, pues México no puede seguir participando bajo los estándares estadounidenses, cuyas condiciones de comercialización y costos de producción distan mucho a las existentes aquí.
“ALLÁ AL PRODUCTOR SÍ LO PROTEGEN, SÍ LE GARANTIZAN UNA RENTABILIDAD Y CERTIDUMBRE, ALLÁ SÍ HAY POLÍTICAS DISEÑADAS PARA TENER ÉXITO, ESTAMOS DESPROTEGIDOS, NO DEBEMOS NI PODEMOS COMPETIR EN ESTA BOLSA DE GRANOS DE CHICAGO”, COMENTÓ SÁNCHEZ CASTRO.
Igualmente, precisó que lo que es necesario es que haya más sensibilidad de parte del Gobierno Federal para con los productores, que permita que ambos protagonistas en la comercialización ganen por igual.
INDUSTRALIZACIÓN.
Pese a que en Sinaloa se produce alrededor del 30 por ciento de los alimentos consumidos en México, aún no se generan las condiciones adecuadas para que aquí mismo se industrialicen los cultivos, es decir, darles un valor agregado, aunque el margen de utilidad es muy alto.
Ambos líderes agrícolas mencionaron que en el tema del maíz es muy viable esta opción, la cual sin duda beneficiaría a la economía del estado y al sector mismo. Como opción, manifestaron que sería inteligente crear un programa piloto que permita a organizaciones de agricultores trabajar en la industria de los granos y ofrecerlos ya procesados, cuyo modelo estuviera destinado tanto a beneficiar al agro como a los consumidores. Es decir, un proyecto de organismos agrícolas con administración empresarial y visión social, alejado del paternalismo obsoleto, pues la industrialización es un eslabón más del proceso de la agricultura.
PROPUESTA.
Al respecto de estos temas, Roberto Sánchez mencionó que es necesario buscar la posibilidad de que la industria de los granos llegue a Sinaloa. Además de apostarle a un modelo basado en los países que han tenido éxito en la agricultura pero adecuarlo a las condiciones que hay en México, e incluso rehacer un esquema que dé certidumbre de rentabilidad a los productores.
Por otro lado, Samuel López precisó que es necesario una nueva política pública que busque la rentabilidad del trabajo agrícola.
“NECESITAMOS UN JUEZ QUE SEA JUSTO, SE ESTÁ BENEFICIANDO A LOS GRANDES MONOPOLIOS E INDUSTRIAS, YO CELEBRO LA CREACIÓN DE ESTA BOLSA MEXICANA DE GRANOS PARA QUE REALMENTE SE TOME EN CUENTA EL VALOR DEL GRANO DEL PAÍS”, PLATICÓ.
Por último, agregó que no es posible que mientras el buen maíz de México se está enviando a otros países, se importen grandes cantidades de maíz amarillo, por lo que se requiere darle la prioridad al producto mexicano.
El Debate