La renovación de la flota pesquera nacional significará una derrama económica de dos mil 400 millones de dólares, lo que podría generar más de 130 mil empleos directos y 500 mil indirectos, en un corto y mediano plazo, con la participación de 20 astilleros mexicanos, de acuerdo con el proyecto del primer clúster naval del país.
El Clúster Naval Sinaloense, asentado en este puerto desde hace dos años, impulsa una sinergia de ocho astilleros, siete en Mazatlán y uno en Topolobampo, y más de 40 empresas de proveeduría, consultoría y diseño del sector.
Los astilleros que se integran al clúster son Servicios Navales e Industriales, Astilleros Marecsa, Astilleros Pescadores Unidos de Mazatlán y Trabajos y Rescates Marítimos. De la industria auxiliar las empresas que conforman el cluster son: Metalmec, Fundiciones Rice y Navalina.
En tanto, en las universidades e institutos están el Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, Campus Culiacán, Tec Milenio, Instituto Tecnológico de Mazatlán, Universidad Autónoma de Sinaloa, Universidad de Durango, Escuela Naútica de Mazatlán e Instituto de Capacitación Felton.
La propuesta de renovación de la flota pesquera del clúster naval de México incorpora el uso de energías alternas como el gas natural y el desarrollo del prototipo de un barco pesquero de propulsión dual.
Mazatlán es el puerto con mayor cantidad de flota camaronera del país, además de los barcos atuneros y sardineros, por lo que el mercado natural del clúster es el sector pesquero, señaló Mario Uribe Fenollosa, presidente del clúster y director del astillero Servicios Navales e Industriales (Seni), en entrevista telefónica.
El Seni tiene experiencia también en el sector de barcos petroleros, pues construyó cuatro embarcaciones para la compañía Petróleos de Venezuela en 2013 y dos para un armador privado que los rentó a Petróleos Mexicanos (Pemex).
Uribe Fenallosa llamó la atención sobre el potencial del clúster naval, el cual puede ser impulsado para que tenga un nivel competitivo en el componente del Producto Interno Bruto (PIB), como en la actualidad representa el clúster automotriz y el sector aeroespacial.
El directivo indicó que hay 17 entidades que tienen litoral, “son la mayoría en el país, y contamos con más de 20 astilleros en el Pacífico y 25 en el Golfo de México, sin embargo las embarcaciones del país no se construyen en México, sólo tienen bandera nacional”.
El clúster es una asociación civil que integra a empresas, cuerpos de gobierno y universidades que regulan a la industria naval e integra las mejores prácticas para sus clientes en México y el extranjero, refirió Uribe.
La finalidad es colocar al país a la vanguardia, al lado de naciones como Corea del Sur, Singapur, Turquía, China o Vietnam, con la regulación adecuada para construir embarcaciones para clientes mexicanos y en el extranjero, señaló.
Estados Unidos tiene una industria naval protegida, pues cualquier buque que tenga su bandera debió haber sido construido en su territorio, resaltó el ejecutivo.
Enfatizó la necesidad de crear políticas públicas para que en México la industria naval genere una importante derrama económica, con base en la construcción de todo tipo de embarcaciones que se necesitan en el país.
En el Consejo Consultivo Empresarial para el Crecimiento de México, órgano de consulta del Poder Ejecutivo, “se plantearon los proyectos del clúster para lograr acuerdos encaminados a una legislación que será útil para desarrollar a la industria y generar empleos”, dijo.
Explicó que se busca la modernización de los astilleros, a la par de la renovación de la flota pesquera del país, con el uso de energía alterna como el gas natural y el desarrollo de un barco prototipo dual, que sea capaz de trabajar con gas o con diésel.
Asimismo, el pasado 20 y 21 de octubre se llevó a cabo la cuarta edición del Encuentro Marítimo, (Enmar), el evento más importante de América Latina para las empresas del sector nacional e internacional, destacó.
A este acto que tuvo lugar en Mazatlán, acudieron empresarios de Europa, Estados Unidos y Asia, y fue un momento para hacer ver a la población mexicana y a las autoridades la necesidad de una política pública adecuada con una regulación federal.
“Podamos fabricar los mismos barcos que compran en el extranjero, no sólo tripularlos con gente mexicana y colocarles la bandera, además de fabricar los motores y todos los suministros para la embarcación”, aseguró, al indicar que en un barco “se vive, come, trabaja, es una ciudad flotante”, por lo que su construcción genera una derrama económica y empleos.
“Podemos ser una potencia como lo es Vietnam, un país que ahora tiene más y mejores astilleros que México, pues sabe que el comercio mundial se mueve 80 por ciento a través de los barcos”.
En el país el transporte de mercancías se realiza 80 por ciento por carretera contra 20 por ciento por mar, que son barcos de Pemex o transporte de sal de la península de Baja California, expuso.
Informó que se busca concentrar la regulación de la actividad naval en una sola dependencia, la Secretaría de Marina, para evitar muchos trámites burocráticos y obstáculos.
Refirió que es un proyecto transexenal con visión de futuro, como la tuvo el gobierno federal con relación a la industria automotriz hace casi 30 años.
Recordó que el potencial es amplio y como ejemplo señaló que cuando el barril estaba a 120 dólares había 350 barcos rentados por Pemex, de los cuales sólo dos eran mexicanos, construidos en su astillero.
Uribe manifestó que el propósito es construir en el país dos o tres barcos diariamente, como sucede en Singapur o Vietnam, para la industria pesquera, remolcadores y buques grandes, a excepción de trasatlánticos y barcos de guerra, ya que los últimos los construye la Marina en sus astilleros.
En el momento de su creación, hace dos años, el clúster reportó que producía 254 millones de dólares anuales tan sólo en reparaciones y 350 empleos directos.
NTX