Estiman cerca de 45 mil hectáreas de huertas ilegales de aguacate

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Morelia, Michoacán.- Entre 30 mil y 45 mil hectáreas de huertas de aguacate establecidas ilegalmente se estiman se encuentran en la entidad, aseveró Alberto Gómez Tagle Rojas, académico del Instituto de Investigaciones sobre los Recursos Naturales (Inirena), de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH).

Gómez Tagle Rojas detalló que si bien se cuenta con 150 mil hectáreas de huertas del llamado oro verde, podría ubicarse el equivalente hasta un 30 por ciento adicional que no disponen de los permisos para su instalación, especialmente en zonas de uso forestal o preferentemente forestal.

Aunado a ello, alertó que el problema de la expansión desmesurada del aguacate no es exclusivo de Michoacán, ya que se ha presentado en entidades como Jalisco, Colima, Estado de México y Morelos, con lo que las afectaciones por la pérdida de los bosques en favor de la frontera aguacatera tenderán en el corto y mediano plazos a incrementarse.

El investigador señaló que el crecimiento exponencial del cultivo, desde alrededor de tres mil hectáreas en 1963 a poco menos de 200 mil hectáreas totales en 2017, sólo en el estado, obedece a falta de planeación de las actividades agrícolas y la omisión de los daños generados por un cultivo que mostró un potencial de derrama económica que continúa al alza.

“En México tenemos el aguacate criollo, de muy buen sabor y hueso grande, una variedad que es Estados Unidos modificaron para obtener el aguacate Hass, con la intención de establecerlo en el vecino país del Norte; sin embargo, esta variedad funcionó sólo en suelos derivados de ceniza volcánica, como los que se observan en la franja neovolcánica donde se encuentra Michoacán, lo que ocasionó una explosión demográfica fabulosa de este cultivo”.

“Siempre en México se ha cometido este error, la ausencia de planeación; pasó con el café, la caña y el maíz, ahora se ve con el aguacate. La Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) vio la oportunidad de obtener para el país mucha lana e invirtió en programas de fomento del aguacate, pero no vio la otra parte de la situación, con un resultado muy delicado”, detalló Alberto Gómez Tagle.

Aguacate, consumidor de agua

Si bien son múltiples los efectos de la instalación indiscriminada de huertas de aguacate, sobre todo en zonas boscosas, una de las preocupaciones constantes ha sido el efecto desecante de este fruto, que se agrava con la reducción de especies captadoras de agua, como el pino.

“Ahora estamos 100 por ciento seguros, un aguacate maduro, con cuatro años de edad, consume el agua que son capaces de captar 14 pinos igualmente maduros; los bosques de pinos actúan como embudos, así que al retirarles para cultivar aguacate se deja de percibir una gran cantidad de agua”, señaló Gómez Tagle Rojas.

El alto consumo de agua que lleva a cabo el aguacate y la pérdida del líquido por la deforestación de los bosques de pinos se agregan al cambio en los patrones climáticos, específicamente los períodos de lluvias y secas, en detrimento de la disponibilidad de agua para las actividades humanas.

“No estamos en las condiciones de 1960, ahora tenemos una concentración de lluvias en los meses centrales de verano, junio, julio y agosto, con lo que los otros meses son más secos de lo que tradicionalmente eran, llueve lo mismo, pero en menos tiempo”, refirió el académico.

Aunque los estudios del impacto del cultivo de aguacate están limitados por la suficiencia presupuestal, con tendencia a la baja para ciencia y tecnología en el país, los análisis efectuados por el Inirena muestran estos efectos.

“La zona de la Rodilla del Diablo, en Uruapan, captaba 2 mil 240 metros cúbicos de agua por minuto en 1964, en tanto que en 2017 apenas alcanza 534 metros cúbicos por minuto, coincidente con la existencia de 13 mil hectáreas de aguacate en las inmediaciones; el agua para la sociedad y para el aguacate están entrando en competencia, va a ser muy rudo que no haya agua, pero haya aguacate, guacamole, shampoo y cremas de aguacate, es algo muy delicado”, mencionó Alberto Gómez Tagle.

Frontera aguacatera, en expansión en Morelia

Sólo se han ubicado de mil 500 hectáreas a 2 mil hectáreas de huertas de aguacate al Sur de Morelia, pero este incremento en la frontera agrícola se ha hecho a expensas de bosque.

Es en Morelia donde se ha obtenido la evidencia del consumo de agua por este cultivo equivalente a 14 pinos maduros, un dato que no se puede extrapolar a otros municipios o zonas, pero que es indicador de las condiciones que podrá enfrentar la entidad.

“Estamos claro en lo que se pierde, sabemos cómo está el problema, ahora son muy pocas hectáreas, pero eso es ahora, además de que ha sido a costa de bosque”, reiteró Gómez Tagle Rojas.

Quadratín

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